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Vientos débiles y pocas lluvias generan la capa densa de color gris en el cielo, conocida como calima

En los últimos días el cielo en Costa Rica no es azul. Una densa capa de color gris se ha…

Por Hermes Solano

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Vientos débiles y pocas lluvias generan la capa densa de color gris en el cielo, conocida como calima
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En los últimos días el cielo en Costa Rica no es azul. Una densa capa de color gris se ha posado sobre el territorio nacional, lo que ha generado decenas de comentarios en la población.

El fenómeno se llama “calima”, que se firma por la suspensión de pequeñas partículas secas en la atmósfera.

Este domingo, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) confirmó que se mantiene esta condición, que está afectando a todo Centroamérica.

“Hay calima -partículas secas microscópicas- reportada en partes de América Central, junto a algo de bruma por la humedad en superficie local. Esto aumenta en concentración por lo débil del viento y muy pocas lluvias”, señaló el IMN, explicando el origen del fenómeno.

Esto genera temperaturas más altas en todo el territorio nacional.

¿Cómo se forma?

“La calima se forma por la suspensión de pequeñas partículas secas en la atmósfera. El origen de estas partículas puede ser por incendios forestales, ceniza volcánica, contaminación y polvo, entre otros”, indicaron los especialistas meteorológicos.

El fenómeno puede generar afectaciones, sobre todo en la visibilidad y también en la respiración de las personas.

“La calima tiene el efecto de reducir la visibilidad y en concentraciones muy altas disminuye significativamente la calidad del aire lo que puede generar problemas respiratorios”, añadió el IMN.

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¿Efectos del Poás?

Durante esta semana que termina, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) indicó que el volcán Poás tuvo una mayor actividad eruptiva, que generó en caída de ceniza y gases.

Esa situación pudo ser un elemento importante en la generación de la densa capa gris sobre el cielo costarricense.

Esa emanación de ceniza y la salida de gases se está dando de manera constante, por lo cual en las comunidades se mantiene el fuerte olor a azufre.

Aunque desde el IMN indicaron que las ráfagas de viento iban a aumentar a partir del viernes y que eso disiparía la calima, durante el sábado y domingo se mantuvo el fenómeno.

Los vientos siguen débiles y la alta humedad es otro de los elementos que pesan para que no se perciba el cielo azul.