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Visita presidencial a Limón dejó en evidencia las dudas por el futuro de Japdeva

Poco más de cuatro horas pasó el presidente Carlos Alvarado en Limón el sábado recién pasado. El tiempo fue corto…

Por Tomás Gómez

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Visita presidencial a Limón dejó en evidencia las dudas por el futuro de Japdeva
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Poco más de cuatro horas pasó el presidente Carlos Alvarado en Limón el sábado recién pasado.

El tiempo fue corto pero bastó para dejar claro que el futuro de Japdeva -la institución insignia de la región- tiene más dudas que certezas.

Tanto el Gobierno como los empleados del ente coincidieron en la falta de claridad que existe al respecto y los efectos de la falta de información.

El tema duro en medio de la fiesta

El tema de Japdeva estuvo presente a lo largo de las celebraciones del Día de la Cultura Afrocostarricense, que es el 31 de agosto, y que tuvo por epicentro la provincia caribeña.

Durante el Grand Parade un grupo de empleados quiso manifestarse frente a las autoridades gubernamentales que participaban en el desfile, pero el incidente no pasó a más.

Los manifestantes consignaron en carteles algunas de sus molestias concentrados afuera de la Casa de la Cultura en Limón centro esté sábado 31 de agosto. (Tomás Gómez/El Observador)

Cuando llegó el turno del Consejo de Gobierno, convocado para horas de la noche en la Casa de la Cultura, los ánimos se caldearon y la violencia se hizo presente.

En sus consignas y carteles los sindicalistas portuarios reclamaban la baja en las operaciones de Japdeva tras la entrada de operaciones de la Terminal de Contenedores de Moín a cargo de la firma holandesa APM Terminals.

Entre la quiebra de ventanas y el lanzamiento de piedras, se colaban reclamos por la falta de explicaciones de lo que ocurrirá con los cerca de 800 empleados que deberán salir de la institución tras la merma de operaciones.

Medio discurso presidencial

Dentro de la Casa de la Cultura transcurrió el Consejo de Gobierno. (Tomás Gómez/El Observador)

Consciente del conflicto actual y futuro, el mandatario Alvarado debió dedicar la mitad de su discurso al tema.

Partió del hecho de que no hay vuelta atrás por tratarse de un contrato internacional firmado por el Estado, el cual el sólo heredó.

Acto seguido, enlistó una serie de rumores que se generaron desde antes de la llegada de APM Terminals.

“Se dijo que ambas instituciones iban a competir entre ellas; que Japdeva iba a ser cerrada; se habló de indemnizaciones millonarias”, manifestó Alvarado al negar cada una.

“El Estado costarricense no fue capaz de hablar con claridad”, concluyó Alvarado.

A él se sumó la presidenta ejecutiva de la institución, Andrea Centeno, quien trató de mantener el optimismo sobre el proceso por el que atraviesa Japdeva.

“No se cierra. Se reinventa y se levanta”, dijo Centeno.

La gira presidencial tuvo como preámbulo la aprobación en primer debate del proyecto de ley para reorganizar la planilla de Japdeva.

Aún más dudas

Treinta y ocho diputados votaron el miércoles pasado por la versión del proyecto que habilitará pensiones adelantadas, movilidad a otros organismos públicos y bonificaciones a quienes renuncien.

En oposición a la iniciativa, los diputados de Restauración Nacional y José María Villalta, del Frente Amplio, buscan enviar la iniciativa a la Sala Constitucional.

El hecho traería un atraso de al menos mes y medio, mientras Japdeva lucha por pagar al menos los salarios con una operación cada vez más recortada.