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Voces a favor y en contra luchan por proyecto de contrabando: así defienden sus argumentos

por Paula Ruiz
Observador CR

Inició su recorrido silencioso en la corriente legislativa en agosto de 2018 y tomó fuerza tras las muertes informadas por el Ministerio de Salud debido a la adulteración de bebidas alcohólicas con metanol.

La iniciativa 20.961 “Ley Contra la Adulteración y Contrabando de Bebidas Alcohólicas” comenzó a ganar opositores, con el pasar de las audiencias en la Comisión de Asuntos Económicos donde se analiza en profundidad.

Daniel Ulate, diputado por el Partido Liberación Nacional (PLN) es su principal defensor, quien se vio inspirado en la muerte de un familiar producto de una intoxicación, para luchar porque la propuesta se convierta en Ley de la República.

Ulate vio en esta iniciativa una posibilidad para el ingreso de dinero a las arcas del Estado, pero a la vez, una forma de prevenir la muerte de personas por intoxicación.

La iniciativa cuenta con el respaldo de la Asociación Nacional de Alcaldes e Intendentes (ANAI). Según Nixon Ureña, miembro de la junta directiva, pese a la anuencia municipal por este tema, es fundamental tener una legislación.

“Aprobamos combatir y luchar con las irregularidades que encontramos en nuestros cantones y una de ellas es la adulteración y el contrabando. Eso se ha venido convirtiendo en un problema social en las comunidades y a partir de ahí, nos acercamos a la Asamblea Legislativa para proponer ciertas propuestas para erradicar y de ahí, sale el proyecto”, manifestó Ureña.

¿Qué dice la propuesta?

Nogui Acosta, viceministro de Hacienda fue cuestionado por su posición. Foto: Paula Ruiz / El Observador.

Caro y no ataca el problema

Para el sector empresarial, la propuesta debe ser rechazada de plano, pues afecta los costos de producción, sin atacar la raíz del problema.

De acuerdo con Francisco Gamboa, el imponer nuevos costos para la inversión, no soluciona el problema del contrabando.

“Lo que hace es que va a provocar un aumento en sus precios y por supuesto, siempre incentiva el contrabando. El proyecto debe ser rechazado y debemos entender que el contrabando nunca se enfrenta incrementando costos y precios”, destacó.

Para el Ministerio de Hacienda, el costo de la implementación de un sistema de trazabilidad también sería sumamente costoso.

De acuerdo con Nogui Acosta, viceministro de Hacienda, esto tendría un costo de ¢747 mil millones y, de lograr acabar totalmente con el contrabando, solo ingresarían ¢20 mil millones. No obstante, fue enfático en que, la implementación de un sistema no erradicará la comercialización de estos productos.

Acosta recibió fuertes críticas de legisladores como José María Villalta y el propio Ulate, por oponerse a la iniciativa.

Incluso, Villalta lo catalogó como “lobbista” de empresas interesadas en frenar el proyecto.

Pese a ello, para Acosta lo mejor es fortalecer el Departamento del MEIC que se encarga de verificar etiquetas, en vez de darle a Hacienda una labor en la que no tiene experiencia.

Ese criterio también lo tiene Victoria Hernández, Ministra de Economía, quien defiende la importancia de las inspecciones de mercado de forma aleatoria.


Tras las opiniones expresadas, los diputados deberán de tomar una decisión sobre si aprobar o no el proyecto de ley.