Krissia Morris Gray
En cuestión de dos semanas, la cantidad de camas para la atención de pacientes con covid-19 aumentó casi el doble, pues se pasó de 281 a 528 en todo el sistema hospitalario nacional.
De estas 528 camas, 203 se ubican en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) y 325 en salones de hospitalización.
En lo que respecta a UCI críticas de las 84 camas habilitadas hay 72 en uso, para un porcentaje de ocupación del 85,71% y 12 libres, mientras que en las severas, de las 117 habilitadas hay 109 en funcionamiento y estas 88 están ocupadas, 21 libres y 8 no disponibles.
Ademas, dos camas para pacientes UCI en el Hospital de Niños están ocupadas.
Por su parte, de las 325 camas de salón disponibles para los casos con covid, hay 134 ocupadas (para un 43,37%), 175 libres y 16 no están disponibles.
El aumento es significativo en tan poco tiempo. Al 19 de marzo anterior, la CCSS contaba con 281 camas, de las cuales 197 estaban para UCI y 84 en salones de hospitalización a nivel nacional.
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En febrero anterior, la entidad anunció que, debido a la reducción en la cantidad de casos, de hospitalizaciones y de fallecimientos a causa del covid, inició la disminución de camas para estos pacientes.
Esa baja se haría por fases y el objetivo era concentrar la atención en los casos en el Hospital Calderón Guardia.
¿Colchón por Semana Santa?
El Observador preguntó sobre las razones que inciden en el aumento de camas. Daniel Quesada, jefe del Centro de Atención de Emergencias y Desastres (Caded), de la CCSS, se lo atribuyó al incremento de casos covid.
Justificó que ese incremento de casos es producto de la liberación de la circulación los fines de semana. Al haber una mayor movilización la gente interactúa más y, por consiguiente se dan más hospitalizaciones.
“Todas estas medidas que toma el gobierno es con miras a la reactivación económica que es la otra emergencia paralela a esta emergencia sanitaria. Pero es muy importante que la población conserve las medidas de protección personal: la mascarilla, el distanciamiento social, si se visita al adulto mayor que se pongan mascarillas y que se les cuide mucho”, reafirmó Quesada.
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Detalló que la vacuna es un arma terapéutica con la que se espera bajar los casos, pero que no es “el remedio de la pandemia”.
“Se habilitaron más camas para tener un colchón para Semana Santa, porque no sabíamos qué iba a pasar. De las camas UCI hemos contado con alrededor de 15 o 16 (por día) libres y hoy bajó a 13”, apuntó Quesada.
Agregó que, probablemente, en los próximos días se vean los efectos de la Semana Santa en los hospitales.
Adujo que es la gente joven la que más se contagia y se enferma, pero los que más sufren las consecuencias son los adultos mayores.
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“La persona de riesgo sigue siendo el obeso, el diabético, la persona de edad, es decir, entre más edad, más riesgo tiene y entonces van a seguir llegando casos UCI siempre”, recalcó Quesada.
En este sentido instó a la población a mantener las medidas de protección personal: uso de mascarilla, distanciamiento social y lavado constante de manos.
El galeno espera que con la implementación de la jornada de vacunación, el país no llegue nuevamente al nivel de tener que disponer de casi 1.000 camas para pacientes con covid.
Krissia Morris Gray
