Tomás Gómez
Tras casi un año de inactividad por la pandemia, el sector artístico recibió el aval para retomar algunos presentaciones musicales con público.
Estas distarán mucho de los conciertos tradicionales por elementos que van desde la aglomeración hasta la asistencia. Todos estos elementos que estarán regulados por el nuevo reglamento aprobado por el Ministerio de Salud.
Como principales restricciones, el Ministerio de Cultura destaca:
- Escenarios: los eventos podrán ser solo al aire libre o en espacios techados pero sin paredes, tales como plazas, parques, canchas o terrazas.
- De lejos: artistas y público deberán estar separados por al menos 5 metros.
- Aforo: habilitada una asistencia máxima del 50%.
- Sin cantar: al igual que las iglesias, los asistentes tendrán prohibido cantar. Los cantantes y los músicos de instrumentos de viento tendrán que estar distanciados y con protección de materiales como pantallas acrílicas.
- Agenda estricta: los conciertos durarán máximo 2 horas y podrán contar con varios artistas, pero en caso de cambiar de grupo, deberá aplicarse limpieza por al menos 20 minutos.
- Baile separado: el baile quedará permitido únicamente entre parejas de una misma burbuja distanciadas del resto de personas por al menos 2,4 metros. El protocolo recomienda demarcar los espacios donde se podría bailar.
- Las normas siguen activas: toda actividad deberá apegarse a las normas habituales de distanciamiento, uso de mascarillas, contar con baterías de lavado de manos, etc.
“Detrás de esta habilitación y elaboración del protocolo existe un enorme compromiso de las personas del arte por ofrecer tanto un espectáculo de calidad como seguro”, señaló Cultura.
“Recuperar los espacios que con tanto cariño se están preparando es importante para todas las comunidades del país, los invitamos a apoyar con entusiasmo y responsabilidad a los artistas y trabajadores”, agregó.
A inicios del 2020, las fiestas de Palmares y Santa Cruz albergaron los últimos conciertos masivos que tuvo el país antes de que la pandemia generara un cambio abrupto en la industria del entretenimiento (Archivo)
Un año sin música ni conciertos
Desde la detección de los primeros casos de covid-19 en marzo anterior quedaron vetadas todas las actividades masivas.
Conciertos masivos como el Guns n Roses o el espacial de Soda Stereo quedaron en el aire desde marzo a la espera de mejores condiciones.
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La medida afectó también las presentaciones de agrupaciones culturales y actividades musicales en bares y restaurantes.
Las restricciones complicaron incluso la presentación con instrumentos de viento ante el riesgo que representaban de esparcir gotas de saliva.
Los conciertos del cantante uruguayo Jorge Drexler en Costa Rica quedaron cancelado a última hora el 10 de marzo, cuando se corria por implantar las primeras restricciones ante el coronavirus que acababa de ser detectado en el país (Cortesía)
