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Popcorn506 para El Observador
Los X-Men han sido y son una mina de oro desde su creación. Son innumerables las páginas que han protagonizado y los minutos que han hecho disfrutar en tele y cine a todos sus aficionados.
Seguramente, la serie animada de los 90 fue una de las que más expandió su fama entre una generación que, justo después, pudo disfrutar de los comienzos de la saga en la pantalla grande.
Aquella serie se emitió en prácticamente todo el mundo y utilizaba todas las herramientas posibles en el mundo de la animación para plasmar las increíbles hazañas y poderes de los mutantes.
Fue, sin ninguna duda, todo un éxito que muchos disfrutamos entonces y recuperamos de vez en cuando.
La animación que echamos de menos
Pero, como en todas las artes, hay modas y tendencias, y la animación que tanto nos fascinaba en los 90 fue dejando paso a otros estilos, tanto de dibujos como de temática y montaje.
Todos hemos oído alguna vez, y probablemente también hemos dicho, que como las caricaturas de los 80 y 90 no hay ninguna.
Y aquella serie de X-Men era uno de los ejemplos más poderosos que había, con una sintonía inicial que nos sigue poniendo los pelos de punta y nos hace viajar al pasado, reviviendo unas sensaciones que solo se tienen de pequeño.
Los revisionados de las series de la infancia son un clásico cuando nos invade la nostalgia y, gracias a las plataformas, podemos zambullirnos en maratones retro en cualquier momento.
Lo que no vimos venir es que Disney nos regalara algo aún mejor. Una serie completamente noventera y nueva para estrenar. Sí, eso es X-Men’97, una serie que ha supuesto todo un boom para los fans del género y, sobre todo, para los que tenemos la edad suficiente como para recordar la serie original.
Nuestra entrada en esta serie fue ambigua. A toda la ilusión y esperanza que cabe tener ante estos estrenos, le añadimos dosis de prudencia y escepticismo.
Pero estas dudas se terminaron prácticamente a los pocos segundos de darle a play. Y es que esta serie no es un homenaje a la serie original. Tampoco es una copia.
Es algo que supera todas las expectativas. No hay ningún detalle en el que falle, ni visual ni sonoro, y las líneas argumentales tienen una profundidad que no hace sino elevar el interés a algo más que lo anecdótico o sensorial.
Una secuela que eleva el nivel
De hecho, esta puede ser una de las sorpresas que más impacte a los espectadores, ya que la serie funciona como una continuación de la original de hace treinta años.
Pero tiene un público objetivo claramente más adulto, por lo que todos esos temas que siempre se han tratado, como los valores de la familia, la amistad o los miedos, aquí se plasman de un modo más oscuro, más profundo.
Pero esto no hace más que redondear un producto que bebe de una joya de culto. Estos diez capítulos están tremendamente cuidados y tienen momentos gloriosos, que no solo elevan el nivel artístico, sino que sirven al argumento mientras funcionan como guiños de complicidad con el espectador.
La espera se hará muy larga
Ahora, terminada la temporada, solo nos queda esperar a que llegue la siguiente. Podríamos decir que, al ser una serie de animación, tal vez no tengamos que esperar un año o más por ella.
Pero, mientras tanto, tenemos más de setenta episodios de los noventa para entretenernos. Nos vendrán genial y, una vez terminados, nos apetecerá un segundo visionado de ésta.
Sin ninguna duda esto será de lo mejor que podamos hacer, porque X-Men’97 es una de las mejores series de animación de los últimos años, y, en general, una de las mejores producciones que Disney ha estrenado en su plataforma.
Un acierto que, sin duda, agradecemos con todo nuestro corazón de mutante.
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