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Xiomara Castro: El día cuando su esposo Manuel Zelaya terminó en pijamas en Costa Rica

28 de junio del 2009 en horas de la madrugada. Un grupo de militares despertó al entonces presidente de Honduras,…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Xiomara Castro: El día cuando su esposo Manuel Zelaya terminó en pijamas en Costa Rica
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28 de junio del 2009 en horas de la madrugada. Un grupo de militares despertó al entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, con un fusil apuntándole en la cara.

Su esposa, Xiomara Castro y entonces primera dama, está a las puertas de convertirse en la primera mujer que gobernará su país.

Ella encabeza -con una gran ventaja de casi 20 puntos- la carrera a la presidencia de Honduras tras el escrutinio de más de la mitad de los votos.

Este sueño está por cumplirse ocho años después de su primer intento, en el que perdió por escasos votos ante el actual presidente Juan Orlando Hernández.

Pero también ocurrirá 12 años después de que una alianza militar-cívica sacó a su esposo del poder.

Aquel oscuro episodio

Zelaya dormía en su cama después de pasar varios días en la sede de la Presidencia, después de días agitados.

El entonces mandatario (2006-2009) fue sacado de su casa, en pijamas y calcetines, al abrigo de la oscuridad hacia la base aérea situada al sur de Tegucigalpa.

Un avión militar lo trasladó al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en Costa Rica, en tiempos cuando Óscar Arias estaba en su segundo mandato.

“He sido sacado de mi casa de forma brutal, secuestrado por soldados encapuchados que me apuntaban con rifles de grueso calibre.

“Pero yo, hasta las próximas elecciones de 2010, sigo siendo el presidente de Honduras. Solo me puede quitar el pueblo, nunca un grupo de gorilas”, expresó el derrocado presidente en una conferencia de prensa acompañado por Arias.

Manuel Zelaya

Manuel Zelaya acudió a una conferencia de prensa el mismo día cuando fue derrocado en Honduras. AFP

“Fui engañado. Los militares me engañaron”, prosiguió Zelaya desde nuestro país.

Lo que pasó días antes de su derrocamiento

Días antes de ese suceso, el entonces presidente anunció la destitución del jefe de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez.

Según la prensa local, el militar se habría negado a colaborar con Zelaya en allanar el camino para una consulta electoral que modificara la Constitución.

La derecha y el Ejército acusaron a Zelaya de querer perpetuarse en el poder, pero además acercar a Honduras a la Venezuela de Hugo Chávez.

Ante su destitución, Vásquez sacó a la calle a sus soldados a la calle como una forma de expresar su enojo pero también una demostración de fuerza.

Por su parte, el mandatario encabezó una marcha a la zona donde se encontraban las urnas que estaban lista para el referendo.

La acción de Romeo Vásquez levantó el rechazo internacional y Zelaya se sintió arropado, confiado.

Es así que el esposo de Xiomara Castro decidió dejar la sede presidencial para descansar en su casa el fin de semana, sin prever lo que ocurriría horas después.

Xiomara, la voz cantante

Una vez Zelaya fue sacado de su país, su compañera de vida se lanzó a las calles a defender a su esposo.

En el 2013 buscó llegar al poder mediante la vía electoral, pero no le bastaron los votos recibidos. Ahora está a las puertas de lograrlo.

“Teníamos un acuerdo político. Yo ordenaba en la calle y ella ordenaba en los negocios familiares (agroindustria). Ahora ordena en los dos lados, ahora me quedé afuera. Me quitó la calle”, le contó Zelaya a la AFP.

Agregó: “Xiomara es una mujer dulce, pero fuerte de carácter. Ella me acompañó increíblemente, porque sin su apoyo no hubiera podido llegar. Y así es el destino, ahora yo la acompaño”, sostiene el exmandatario.

La pareja tiene cuatro décadas junta y cuatro hijos: Zoé, Héctor Manuel, Xiomara Hortencia La Pichu y José Manuel.

Castro nació en el occidental departamento de Santa Bárbara, en una familia de clase media. Estudió en colegios católicos, se casó a los 16 años y se fue a vivir a Olancho, tierra natal de Zelaya.

Dedicada desde joven a la familia, emprendió una vida empresarial junto al derrocado expresidente, administrando sus haciendas y negocios de ganadería, lechería, maderas y cultivos.

Guerra en su contra

El oficialismo la acusa de querer llevar a Honduras al “comunismo” como -dice- lo intentó hacer Zelaya.

A ella le desacreditan, entre otras, sus propuestas como la legalización del aborto y el matrimonio igualitario. Le recuerdan su participación en 2015 en un homenaje a Hugo Chávez en Caracas.

Castro asegura que propone un “socialismo democrático a la hondureña”, sin modelos importados, y promete a los empresarios garantías para sus inversiones.

Su discurso ha sido convincente y ha levantado entusiasmo hasta en tres candidatos que optaron por renunciar y sumarse a sus filas: Salvador Nasralla; Doris Gutiérrez, de la socialdemocracia; y Milton Benítez.