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¿Y ahora? las opciones que quedan para los venezolanos en tránsito luego de que EE.UU. les cerrara la frontera

Mientras miles de personas cruzan la Avenida Central a pie, o incluso casi que corriendo, rumbo a su trabajo, la…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 5 minutos
¿Y ahora? las opciones que quedan para los venezolanos en tránsito luego de que EE.UU. les cerrara la frontera
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Migrantes venezolanos en San Jose, Costa Rica. (Photo por Ezequiel BECERRA / AFP)

Mientras miles de personas cruzan la Avenida Central a pie, o incluso casi que corriendo, rumbo a su trabajo, la parada del bus o los mandados del día, mientras otras decenas están apostados en las orillas, sin rumbo.

Hasta hace algunas semanas varios de ellos salieron de Venezuela decididos a llegar a Estados Unidos. Con ese fin sacaron ahorros, vendieron propiedades o abandonaron las pocas cosas que les quedaban en su país.

La ruta hacia el “Sueño Americano”, sin embargo, ahora quedó truncada.

A los peligros tradicionales de la ruta como la Selva del Darien, el territorio centroamericano o las redes de tráfico de personas se sumó una nueva traba: a mediados de mes entró a regir una orden del Gobierno Estadounidense, según la cual los venezolanos que ingresaran irregularmente serían devueltos a México.

La noticia, cuentan los venezolanos de paso en San José, era de esperarse. El problema es que la esperaban para más adelante.

Mientras algunos están a la expectativa de qué pasará en las próximas semanas otros comienzan a pensar qué hacer para volver a su patria, aunque allá ya no tengan una casa o ni siquiera familia que los espere.

Migrantes venezolanos duermen en tiendas de campaña en las aceras de la capital de San José. (Foto por Ezequiel BECERRA / AFP)

La carrera no fue suficiente

La situación política de Venezuela llevaba años expulsando a cientos de miles de sus ciudadanos pero para entender la última oleada hay que poner la mirada mucho más al norte.

En pocos días Estados Unidos tendrá elecciones legislativas de medio período, donde el presidente Joe Biden se jugará mucho de su capital político. El tema migratorio, como era de esperarse, será clave en los comicios y fue ahí cuando arrancaron los temores para los venezolanos.

La posibilidad de que cerraran la frontera estadounidense era real y fue cuando se aceleró la salida.

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Muchos venían directamente de su nación pero otros miles habían salido de Venezuela hacía algunos años y se habían radicado en países Colombia, Perú o Chile. Ante las complicaciones que también empezaron a padecer en esos lugares, apostaron todo por jugársela en un viaje a Estados Unidos que, al menos por ahora, no va a poder ser.

Eso le pasó por ejemplo a Junior Castilla, que estaba afincado en Colombia y que intentó correr para pasar antes del cierre de frontera.

A medio camino, sin embargo, lo sorprendió la noticia y ahora se ve buscando opciones en Costa Rica. De momento se mantiene vendiendo bordados en la Avenida Central.

 

¿Volver a Venezuela?

Semanas atrás, los migrantes tenían clara una consigna: “Volver a Venezuela no es una opción”.

Ahora que el panorama cambió, también ha tenido que cambiar el plan de viaje.

Varios de los consultados dijeron que tomarán unos días para ver que hacer. Algunos ya tramitan el estatus de refugiados -aunque las citas se las dieron para marzo-, otros buscan qué hacer y alguno incluso dijo que buscaría empleo por la temporada navideña a ver que trae el año nuevo.

Para otros, sin embargo, el “Sueño Americano” les llegó hasta San José. Ahora piden ayudas o venden golosinas para financiarse un lugar donde dormir y un tiquete para volver.

Esa es la experiencia de Nazareth Salas, quien contó su historia con la condición de que no saliera su cara:

El reto de los papeles

Junior, Nazareth y otros sudamericanos con los que conversó El Observador coinciden en reiterar su agradecimiento con Costa Rica. Destacan la hospitalidad que han recibido, los alimentos que muchas personas les han dado y hasta los mensajes de apoyo, que en otros países no les dieron.

Pero por otro lado, el grupo migrante topa con la burocracia y los diversos requisitos que cada país van imponiendo.

Y es que las trabas no son solo hacia el norte sino también para volver. Días atrás, por ejemplo, Panamá cerró Paso Canoas para los venezolanos sin visa, sumando así un nuevo escollo.

La solicitud de visas para Panamá es un trámite no tan sencillo que puede tardar hasta 60 días y requiere de un pago de $60 que no todas las personas pueden costear (Cortesía)

Las opciones para los venezolanos

María Faría, Embajadora de Venezuela en Costa Rica, explicó cómo las opciones se ven reducidas y cómo se intentado manejar la situación.

Por un lado están los viajeros que venían de su país. En esos casos se puede emitir un salvoconducto para que regresen vía Panamá, con una escala máxima de 4 horas en el país vecino.

La otra es que viajen hacia Colombia, que tiene más opciones para recibirlos.

Aunque hay 4 aerolíneas dando los servicios -Copa hacia Panamá y Colombia, así como Wingo, Volaris y Avianca hacia Bogotá- el tema económico también entra en juego.

.”Ante el elevado costo que tiene han tardado mucho en poder conseguir precios accesibles para ellos poder retornar”, indicó la diplomática.

Faría calcula que se han emitido unos 400 salvoconductos.

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En contraposición, también se da orientación para los venezolanos que venían de otros países y que no pueden volver a su tierra natal.

“Nuestro trabajo fue informarles cuales eran los requisitos que ellos requerían para regresar al país donde ellos residían o garantizar su seguridad porque muchos de ellos eran desertores o eran perseguidos y la única manera era retornar a esos países donde ellos ya residían”, puntualizó.

Añadió que la colonia de venezolanos activó desde un inicio su red de colaboración para sus compatriotas. Alimentos, medicinas y otros mecanismos de asistencia se han venido brindando.

La Embajada de Venezuela tuvo que improvisar oficinas en lugares de asistencia como el Ejército de Salvación o las Obras del Espíritu Santo para emitir documentos a sus connacionales (Embajada de Venezuela)

Rumbo al sur

Aunque no se precisa el número exacto, ya a inicios de semana la Dirección General de Migración había indicado a este medio que el flujo de venezolanos al norte había mermado.

“Nos permitimos comunicar que el flujo migratorio de personas venezolanas hacia el norte ha disminuido, ahora el flujo migratorio se está dando a la inversa”, expusieron.

En algún momento el Gobierno esperó recibir hasta 3.700 migrantes por día. Para ello se planeó un protocolo de movilización en caso de que fuera necesario.

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Ahora, la demanda de transporte se pone hacia el sur e incluso la busera Tracopa anunció que donaría el viaje para quienes fueran de regreso. Ese operativo comenzó el jueves y solo ese día trasladaron a 110 personas según Miguel Zamora, vocero de la empresa.

Volver a Venezuela, aunque no era una el plan, comienza a ser una opción para quienes pretendían huir de ella.

La Dirección de Migración publicó recientemente una nueva normativa para atender las solicitudes de refugio de los venezolanos, la cual requiere citas previas (Archivo)