Por Lorna Peraza para El Observador
Directora de Genius Lab
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Cuando hablamos de jugar pensamos que es cosa de niños, y hoy nuestra vida diaria de adultos nos lleva a tener un ritmo acelerado con nuestros trabajos y familia. La gamificación está de moda; parece la solución definitiva a la motivación, al crecimiento de los negocios y al compromiso de los clientes con una marca.
“Seguramente no será para tanto”, es lo que pensamos todos; pero desde luego bien usada es de gran ayuda en muchos aspectos de los negocios. Dicho esto, debemos ver que significa gamificación y como lo podemos implementar esta vez en un contexto educativo.
Gamificar significa aplicar las técnicas del diseño de juegos en entornos que no son juegos. En el contexto educativo se puede utilizar esta metodología para conseguir un mayor compromiso por parte de los estudiantes en su aprendizaje, y es por eso, que los colegios más innovadores están comenzando a utilizar este tipo de recursos educativos en el aula.
Cuando hablamos del concepto de gamificación en educación nos referimos a la utilización del juego en el ámbito de la educación con el objetivo de favorecer el aprendizaje de conceptos y habilidades.
A los niños les encanta el juego, y es por ello que cualquier actividad que les parezca divertida aumenta su motivación. En realidad, la motivación no es directa al aprendizaje, pero lo que está claro es que estas herramientas aumentan su predisposición a aprender y no genera rechazo como podría suponer el concepto de aprendizaje tradicional.
Se plantean retos y los estudiantes deben pensar para poder resolverlos. Puede ser un trivia, un acertijo matemático o una estrategia que necesite conocimientos de física, pero la característica en común es que en todos se necesita utilizar el pensamiento lógico y el aprendizaje mediante deducción y prueba y error.
¿Cuales son los beneficios de la gamificación en la educación? Si bien los investigadores y profesores de todo el mundo han dado una variedad de respuestas a esta pregunta, muchas de ellas pueden resumirse así:
- Enfoque: los estudiantes que tienen dificultades para concentrarse pueden encontrarlo más fácil cuando abordan un tema atractivo.
- La gamificación hace que aprender sea divertido.
- Y mientras que “hacer que el aprendizaje sea divertido” puede sonar vago o cliché, la investigación ha demostrado que la gamificación en las escuelas puede ayudar a los estudiantes con problemas relacionados con habilidades.
- Desarrollo de habilidades: los estudiantes pueden rehuir el desarrollo de ciertas habilidades hasta que vean la relevancia.
Son muchos los beneficios que tiene la gamificación y lo que está claro es que esta herramienta está comenzando a ser muy útil en el ámbito educativo para que los niños y niñas desarrollen distintas habilidades tecnológicas o habilidades sociales y de comportamiento.