Hermes Solano
Tras el clásico nacional del domingo, la boxeadora Yokasta Valle se hizo protagonista en redes sociales.
Johan Venegas publicó una foto en su cuenta de Twitter sobre el golpe que recibió de Kendall Waston, quizá como una respuesta a las declaraciones de Mauricio Wright de que había fingido.
En la publicación del jugador de la Liga, Yokasta la reposteó con una foto suya boxeando y ensangrentada en la frente.
Eso generó una gran cantidad de reacciones para la boxeadora, que decidió eliminar su publicación y además, le ofreció disculpas al jugador rojinegro.
“En mi corazón está en pedirle disculpas a un gran jugador como lo es Johan y a una institución como Alajuelense. Jamás fue mi intención ofenderlo”, dijo Valle en una amplia publicación en sus historias de Instagram.
La historia
Yokasta usó la publicación para contar por qué posteó la foto como respuesta a lo que había publicado Venegas tras el clásico.
“Me llevé una sorpresa no muy bonita a lo que puedo llamar el poder de un tuit”, señaló la deportista.
“Me estaba alistando para entrenar cuando por alguna razón vi una foto de Johan Venegas y en ese momento me trajo muchos recuerdos de las batallas que yo he tenido”, contó.
“Y dije, pucha ¿es en serio? Y pongo la foto. Lo hice sin pensar en que si soy morado, rojinegro o herediano, nada simplemente fue lo que sentí”, añadió.
Insultos al por mayor
Luego de terminar el entrenamiento revisó su celular y tenía llamadas, mensajes y cientos de notificaciones a su tuit.
“Me llevo la sorpresa de que tengo el teléfono lleno de mensajes de periodistas, mujeres llamándome estúpida, mongola, palabras que ni deberían existir”, contó.
“Ofendiendo a la pobre de mi mamá, ella que ni ve fútbol. Ese tipo de mensajes me dejaron super sorprendida”, siguió en su relato.
También recibió mensajes de apoyo de aficionados saprissistas, pero tampoco le gustaron.
“Por otro lado, saprissistas emocionados: “eso Yoka lo noqueó y sin pegarle” y la verdad eso tampoco me gustó”, dijo.
Yokasta quiso cerrar el tema ahí y asegura que ni siquiera ve los partidos, porque a las horas en que se juega ya está durmiendo para levantarse temprano a entrenar el día siguiente.
“No soy la boxeadora de uno o del otro, soy la boxeadora del pueblo, de todo Costa Rica”, finalizó.
