Tomás Gómez
La Asamblea Legislativa actual arrancó como una de las más divididas y tan solo 7 meses antes de cerrar su mandato, las bancadas siguen multiplicándose.
De cada cinco diputados, uno se ha ido del partido con el que llegó a Cuesta de Moras; pero, a falta de sanciones, todos han retenido su curul como “independientes”.
La reciente renuncia de Paola Vega al bloque del Partido Acción Ciudadana -oficialista- es solo una muestra del constante transfuguismo del actual parlamento.
Independientes antes de ser diputados
En los últimos 20 años todos los congresos han terminado con diputados independientes. Pese a golpes tan recordados como el del 2002, cuando media fracción del PAC se separó del grupo, ninguno había llegado al nivel actual.
Basta recordar que en abril del 2018, cuando aún faltaba un mes para asumir el cargo, el legislador Erick Rodríguez, electo como representante de Alajuela por Integración Nacional (PIN) anunció que no se sumaría al bloque por desacuerdos con el resto de compañeros.
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La partida de Rodríguez fue apenas una señal de lo que venía: a los 6 meses fue Restauración Nacional quien perdió siete integrantes. El 23 de octubre de ese año se fueron:
- Harllan Hoepelman – San José
- Ivonne Acuña – San José
- Floria Segreda – San José
- Ignacio Alpízar – Alajuela
- Jonathan Prendas – Heredia
- Carmen Chan – Puntarenas
- Marolin Azofeifa – Limón
A los pocos días se sumó al grupo disidente también la alajuelense Nidia Céspedes.
El bloque volvió a sufrir una reorganización el 1º de mayo del 2019, cuando la diputada Segreda denunció que no se sentía parte del grupo; volviendo así a las filas restauracionistas.
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En el 2020, por su parte, fueron tres los diputados que abandonaron a sus excompañeros.
Tras criticar la inclusión de un candidato que sostenía una relación con una menor de edad en la papeleta para las elecciones municipales de Nicoya, Zoila Rosa Volio se separó del PIN en febrero.
Para abril, Ivonne Acuña dejó el bloque Nueva República. Luego Dragos Dolanescu abandonó las filas del Partido Republicano Social Cristiano, en medio de duros enfrentamientos con la dirigencia.
Luego de un año en relativa calma, el ambiente electoral volvió a caldear los ánimos legislativos generando dos divorcios políticos durante setiembre.
Primero fue Shirley Díaz, quien siempre fue distante a los postulados de la Unidad Social Cristiana y tras renunciar a la bancada, apareció como candidata a vicepresidenta con Sergio Mena, de Nueva Generación.
A ella se sumó Paola Vega, que no se guardó críticas al quedar fuera del oficialismo.
Lo que pierde un independiente
La ley permite la existencia de diputados independientes, pues aunque estos se eligen por partido, la curul le pertenece no a la agrupación sino a la persona electa.
En términos prácticos, tales diputados pierden la membresía de fracción.
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Esto deja a los congresistas tránsfugas sin poder de voto en las reuniones de coordinares de bancadas, donde se acuerdan temas de agenda y prioridades para los debates.
Además las fracciones tienen prioridad al dividir los tiempos del uso de palabra y la conformación de las comisiones, lo que deja a los independientes cuotas residuales de participación.
Tras ser electa por Restauración Nacional, Ivonne Acuña se fue al Bloque Independiente Nueva República, de donde también se retiró para tener su propio espacio político (Asamblea Legislativa).
