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Bolsonaro guarda silencio tras triunfo de Lula

El ícono de la izquierda latinoamericana, Lula Da Silva de 77 años, se impuso por 50,9% de los votos frente…

Por AFP

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Bolsonaro guarda silencio tras triunfo de Lula
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El ícono de la izquierda latinoamericana, Lula Da Silva de 77 años, se impuso por 50,9% de los votos frente a 49,1% para el presidente y excapitán del ejército, Jair Bolsonaro, con casi el 100% escrutado.

La diferencia entre ambos candidatos es de dos millones de votos a favor de Lula, en un total de 156 millones de electores.

Horas después del resultado, Bolsonaro, de 67 años, no había dado ninguna declaración.

Fuentes de la presidencia informaron que se encontraba en el palacio presidencial de la Alvorada en Brasilia. Periodistas de la AFP constataron que las luces del recinto fueron apagadas.

Bolsonaro ha lanzado mensajes contradictorios sobre si reconocerá los resultados en caso de derrota. El viernes aseguró que lo haría: “El que tenga más votos, gana”.

En su primera reacción en Sao Paulo, Lula llamó a la unidad de los brasileños. “A nadie le interesa un país dividido y en permanente estado de guerra”, dijo.

También se dirigió a la comunidad internacional: “Brasil está de vuelta” y dejará de ser un “paria”, prometió. Y aseguró que combatirá la deforestación porque el planeta necesita una “Amazonía viva”.

En la avenida Paulista de Sao Paulo, lugar emblemático de las manifestaciones del exmandatario, Lula fue recibido a bordo de un camión por miles de seguidores.

“Brasil está volviendo a los carriles tras cuatro años de oscuridad, la población estaba sintiendo miedo y pasando muchos problemas”, dijo a la AFP Larissa Meneses, de 34 años.

“Todo cambiará” 

La campaña acentuó la polarización en el país, dividido entre un movimiento conservador y aquellos con una visión progresista, acorde con la diversidad social de Brasil.

“Brasil va a tener un cambio importante de gobierno, con la mitad de la población descontenta con eso”, dijo a la AFP el politólogo Leandro Consentino, del instituto de investigación Insper de Sao Paulo.

Lula “representa muchas cosas, igualdad de género, libertad. Todo cambiará”, aseguró entre lágrimas Carolina Freio, funcionaria de 44 años en el barrio de Copacabana en Rio.

“Para nosotros, el regreso de Lula es muy importante, trató de demarcar nuestras tierras, tenía proyectos”, dijo a la AFP el chamán Saha da Silva, del grupo indígena sateré-mawé, que votó en su comunidad de Iranduba, a 80 km de Manaos, capital de la Amazonía.

Lula, único presidente electo tres veces -ya gobernó entre 2003 y 2010-, cuenta con el apoyo de los más pobres y de quienes se resintieron de las políticas y exabruptos de Bolsonaro, como los jóvenes, las mujeres y las minorías.

Aunque esta vez también hizo alianzas con sectores más centristas, unidos con el objetivo común de derrotar a Bolsonaro.

Prometió además “arreglar el país” impactado todavía por la crisis de la pandemia y sus 688.000 muertos.

En su campaña destacó sus logros socioeconómicos, como la salida de la pobreza de más de 30 millones de brasileños gracias a iniciativas sociales financiadas con el ‘boom’ de las materias primas.

En este tercer período no contará con la misma bonanza: si bien la economía da señales de mejoría, con crecimiento, menos inflación y más empleo, está lejos de la prosperidad de los años 2000.

Tampoco lo tendrá fácil en el Congreso, donde los conservadores son mayoría.

Lula volvió al ruedo político el año pasado, después de que sus condenas por corrupción fueran anuladas por motivos procesales. Estuvo preso 19 meses salpicado especialmente por el escándalo “Lava Jato” sobre una red de sobornos en la estatal Petrobras.

Bolsonaro, un excapitán del ejército, buscó la reelección defendiendo los valores tradicionales y la reciente mejora de los datos económicos -ralentización de la inflación y caída del desempleo-, al tiempo que siguió insuflando un discurso nacionalista.

Un mensaje especialmente apreciado por el agronegocio y la población evangélica, que representa un tercio del electorado y sigue ampliándose en todo el país.

El nuevo presidente asumirá las riendas de Brasil el 1 de enero.

Lula fue felicitado en seguida por el presidente estadounidense Joe Biden, que alabó unas elecciones “libres” y “justas”.

También lo hicieron los presidentes de Colombia, México, Chile, Venezuela, Argentina, Francia, Canadá y Uruguay, entre otros. “Lula. Alegría!”, tuiteó el joven presidente chileno Gabriel Boric.