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China prometió no entregar armas a Rusia, según secretario de Estado de EE.UU.

(Pekín). El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, afirmó este lunes en Pekín que China reiteró su promesa de no enviar…

Por AFP

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China prometió no entregar armas a Rusia, según secretario de Estado de EE.UU.
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(Pekín). El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, afirmó este lunes en Pekín que China reiteró su promesa de no enviar armas a Rusia para apoyar su guerra en Ucrania.

“China nos ha asegurado a nosotros y a otros países que no está entregando y no entregará ayuda letal a Rusia para utilizarla en Ucrania”, dijo Blinken a la prensa tras dos días de entrevistas en Pekín.

“No hemos visto ninguna evidencia que contradiga esto. Lo que nos sigue preocupando, por otro lado, es la posibilidad de que las empresas chinas suministren tecnología a Rusia que esta última pueda utilizar para continuar su agresión en Ucrania”, agregó.

“Hemos pedido al gobierno chino que esté muy atento a esto”, añadió.

El Secretario de Estado norteamericano aclaró que las promesas de Pekín se habían cumplido “en las últimas semanas” y no solo con motivo de su visita.

En los últimos meses, Washington ha expresado públicamente su preocupación por un posible suministro de armas de China a Rusia para ayudarla en la guerra en Ucrania.

China afirma ser neutral en el conflicto y pide respeto por la soberanía de los Estados, incluida Ucrania, pero nunca ha condenado públicamente la operación militar lanzada por el presidente ruso Vladimir Putin.

Secretario de Estado de EE.UU,  Antony Blinken, reunido con presidente de China, Xi Jinping. (AFP)

Presidente chino se congratula por los “avances” 

El presidente chino, Xi Jinping, se congratuló por los “avances” entre Pekín y Washington durante un encuentro con el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, que visitó a la potencia asiática para tratar de limar tensiones.

Blinken afirmó que Estados Unidos y China quieren “estabilizar” sus relaciones, aunque sigue siendo “lúcido” sobre los desacuerdos bilaterales de fondo.

“No nos hacemos ilusiones sobre los desafíos de gestionar esta relación. Hay muchos temas en los que estamos profundamente, incluso con vehemencia, en desacuerdo”, dijo Blinken.

La entrevista se produjo en el segundo y último día de la visita de Blinken a China, la primera en casi cinco años de un secretario de Estado.

Varios temas enturbiaron en los últimos años la relación bilateral, entre ellos el apoyo de Washington a la isla autónoma de Taiwán, que Pekín considera suya, la rivalidad en el campo tecnológico, las reivindicaciones territoriales de la potencia asiática en el mar de China Meridional o el trato a los uigures, una minoría musulmana del noroeste de China.

El secretario de Estado dijo haber planteado varios asuntos de fricción, y manifestó la inquietud de Washington acerca de Taiwán, así como sobre la región de Xinjiang, donde se concentra la minoría uigur, el Tíbet o Hong Kong.

Los dos países tienen también posiciones opuestas en el conflicto de Ucrania, donde Washington ha venido apoyando militar y financieramente a Kiev, mientras que China ha evitado condenar la invasión rusa y quiere presentarse como un mediador.

Blinken se reunió por la mañana con el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, y por la tarde fue recibido por el presidente Xi en el imponente Palacio del Pueblo, en Pekín.

“Las dos partes lograron avances y encontraron terrenos de entendimiento en varios puntos específicos”, que no se precisaron, destacó Xi Jinping, quien calificó dichos avances de “muy buena cosa”, según un video difundido por la televisión pública CCTV.

“Espero que el secretario Blinken, a través de esta visita, aporte un resultado positivo a la estabilización de las relaciones entre China y Estados Unidos”, declaró Xi a su interlocutor.

Firmeza sobre Taiwán

En la entrevista previa, Wang Yi le hizo ver a Blinken que las relaciones bilaterales se encuentran en un “momento crítico”, y añadió que ambas potencias deben “elegir entre el diálogo y la confrontación, la cooperación o el conflicto”.

Wang Yi reafirmó también la posición de su país respecto a Taiwán.

En los últimos meses, los contactos entre Washington y las autoridades taiwanesas, procedentes de un partido independentista, irritaron fuertemente a Pekín, que respondió con ejercicios militares de gran envergadura alrededor de la isla de gobierno democrático.

El poder comunista chino considera a Taiwán como una isla rebelde, que no ha logrado aún reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china en 1949.

“El mantenimiento de la unidad nacional sigue en el núcleo de los intereses fundamentales de China”, y “en este asunto, China no tiene margen para transigir o ceder”, enfatizó Wang.

Blinken repitió que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán y mantiene su postura de preservar el “statu quo”, aunque aseguró tener “profundas preocupaciones sobre algunas de las acciones provocadoras que China ha tomado en los últimos años, desde 2016”.