La Organización de las Naciones Unidas (ONU) evaluó con buenos resultados la agenda ambiental de Costa Rica, pero en los temas sociales y económicos -claves para el desarrollo sostenible-, el panorama no fue tan alentador.
Este examen de la ONU se hizo con motivo del quinto aniversario de la incorporación de Costa Rica a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos son una serie de indicadores con los que se busca alcanzar antes del 2030, una universalización de condiciones mínimas para la calidad de vida.
El informe muestra como con la pandemia se visibilizaron y profundizaron brechas, pero muchas de ellas eran previas a la emergencia. Además, se alerta sobre como geográficamente las problemáticas se agravan mucho más.
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Además destacó la necesidad de darle más chances de participación al sector privado y focalizarse en sectores que ya tienen más problemas.
“El país debe dar un salto exponencial que identifique prioridades estratégicas, aceleradores de desarrollo, y alianzas innovadoras sobre todo en el área publico privada”, dice la ONU. “Es fundamental incorporar a personas jóvenes, mujeres, sector productivo y otros, en la priorización y generación de acciones”, agregó.
En total se analizaron 12 indicadores, de los cuales Costa Rica recibió mala nota en siete y buena nota en cinco.
La agenda social que ya no es motivo de orgullo
Las políticas sociales y el Estado de Bienestar han dejado de rendir con la eficacia de otras décadas y a la fecha, la ONU alerta sobre indicadores como estos:
- Fin de la Pobreza -Objetivo 1-: la pobreza general supera la cuarta parte de la población y el 7% de las personas está en pobreza extrema. Fuera del Valle Central el índice se dispara hasta 10% más.
- Hambre Cero -Objetivo 2-: 200.000 habitantes del país están en condición de hambre. A ello se suma un problema de malnutrición, donde el 34% de los niños y 67% de los adultos padecen sobrepreso.
- Salud y Bienestar -Objetivo 3-: aunque el país mantiene un sistema de seguridad social universal reconocido al nivel mundial, regiones como Huetar Norte (79%) y la Huetar Atlántico (80,5%) tienen coberturas menores.
- Educación de calidad -Objetivo 4-: la alfabetización llega al 99% pero la formación educativa decae por edad y zona geográfica. El porcentaje de jóvenes de 15 a 24 años que no estudian ni tiene empleo ni han recibido un curso de capacitación u otro tipo de educación no formal representa alrededor del 16% de la población joven. Este porcentaje llega aumentar entre un 22 y 29% en cantones rurales y costeros del país.
- Igualdad de género -Objetivo 5-: persisten formas de violencia como acoso, relaciones impropias y violencia obstetricia. Además las mujeres solo ocupan 40% de puestos directivos y 10% de alcaldías.
- Trabajo decente -Objetivo 8-: El desempleo sigue rondando a la quinta parte de la población. Además las mujeres llevan la peor parte con un 24% de desocupación contra el 13% de los hombres.
- Reducción de las desigualdades: las diferencias siguen creciendo y la Tasa Gino empeoró de 0,507 en 2010 a 0,519 en 2020. Si vemos la desigualdad por regiones, las regiones Central (0,516) y Pacífico Central (0,511) se ubican como las más desiguales de Costa Rica.
Avances
La parte ambiental y las energías renovables son, en contraposición, el área donde Costa Rica muestra un progreso más claro.
Destacan, por ejemplo, que en dos años se logró que todas las municipalidades tengan planes de gestión de riesgo.
Además, los planes para descarbonización están atrayendo cooperación internacional clave.
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Para el 2019 el 100% de los gobiernos locales aplican y poseen estrategias para la gestión del riesgo, lo que significa un avance sustantivo en contraposición al dato del 2017 (67,90%).
Igual respaldo se nota por la ampliación de las áreas protegidas tanto terrestres como marinas.
Finalmente, se reconoce el alcance de electricidad que hay en el país, calculando que 95,6% de la población costarricense cocina con energías limpias.
