Berlioth Herrera
A 73 años del sufragio femenino, en estas elecciones las mujeres superan a los hombres por más de 20 900 votantes.
Un total de 1.781.439 mujeres podrían ejercer su derecho al voto en las elecciones de este domingo 5 de febrero, superando en número a los hombres por 20 970, según datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Esta cantidad de votantes es la más alta de la historia electoral del país, en un proceso, además, sin precedentes, por todo lo que ha transformado la crisis de Covid -19, la cual ha impactado mayormente a las mujeres.
Según Marcela Guerrero, ministra de la Condición de la Mujer, en esta oportunidad, más que en cualquier otra, es importante que las mujeres ejerzan su derecho al sufragio, en respuesta a los recientes acontecimientos que afectaron directamente a dicho género.
En desventaja social
“La pandemia afectó principalmente a las mujeres, los indicadores evidencian retrocesos en nuestros derechos, y las brechas que siempre han existido entre mujeres y hombres, en algunos ámbitos, se han ampliado”, dijo la Ministra.
Citó como ejemplo el desempleo donde la tasa del I trimestre del 2021 fue para las mujeres de en un 26,1% frente a un 13,7% de los hombres.
Además mencionó que en la recarga del trabajo reproductivo el mayor peso lo tuvieron las mujeres, “ellas identificaron dificultades en la gestión de su tiempo y la atención de sus necesidades, y, en materia de violencia también hubo un aumento del 13,9%”, acotó.
Ante esta realidad, es que la jerarca ve como indispensable que las mujeres voten, y lo hagan pensando en su bienestar.
Adicionalmente, el país, y el mundo en general, experimentan un cambio de época, en los mercados laborales, debido a la transición digital, y toda la industria 4.0. Además, el cambio de la pirámide etaria (envejecimiento de la población), y los impactos del cambio climático en los estilos de desarrollo local y nacional.
“También es importante que la mujer haga efectivo su derecho al voto porque constituye un derecho humano que ha significado una lucha histórica de este género en el mundo, incluyendo a Costa Rica.
“El próximo año conmemoraremos 100 años de la creación de la Liga Feminista Costarricense, organización que luchó más de 26 años, hasta lograr en 1949 la aprobación del sufragio femenino”, agregó Marcela Guerrero.
¿Quiénes hicieron posible el sufragio femenino?
La historia de este tema inicia en 1923, cuando se fundó en Costa Rica la Liga Feminista, un movimiento cuyo fin principal era luchar por la igualdad de derechos de las mujeres, especialmente el derecho a emitir el voto, y poder ser electas en cargos políticos.
Simultáneamente se habían establecido dos agrupaciones con una importante participación de mujeres: la teosofía y la comasonería, tal y como lo explicó el politólogo e historiador Manuel Araya Incera.
Estas tres fuerzas: el feminismo, la teosofía y la masonería, respondían a modelos generados en el extranjero.
Al igual que en otros países, la masonería y teosofía, como movimientos sociales, cumplieron un rol importante en el impulso y apoyo de los movimientos feministas. Su estructura permitía a sus miembros seguir en comunicación y en relación directa con otros países.
¿Cuál era el perfil de las mujeres que participaban en estos movimientos?
Muchas de estas mujeres eran parte de la élite intelectual. En general eran mujeres que habían estudiado en el extranjero, algunas se desempeñaban como educadoras, y, pertenecían a una clase social privilegiada.
Este hecho sin lugar a duda las marcó, y vinieron a reproducir modelos en pro de la igualdad de derechos para las mujeres en Costa Rica.
Es gracias a estos movimientos que se hace realidad el derecho al sufragio femenino en el país y por el que hoy las mujeres cuentan con un número mayoritario de representantes en el padrón electoral.
