A partir del fin semana el país comenzó a recibir a las personas del grupo indígena ngöbe-buglé que trabajarán en la recolección de café.
Se trata de un grupo que se divide entre Costa Rica y Panamá y que se dedicará a la actividad en el país durante los próximos meses.
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El desplazamiento tradicional ha topado este año, sin embargo, con el escenario de la pandemia, para lo cual se generaron nuevos protocolos.
En la aplicación de las medidas intervienen el Ministerio de Salud, la Dirección de Migración y la Fuerza Pública, quienes con la asistencia de traductores se encargan de acompañar todo el proceso.
“Desde el fin de semana hemos apoyado a 56 personas indígenas. Les damos el trato humano que merecen junto con los orientadores culturales, quienes en su mismo dialecto les guían”, explicó Marvin Chaves, jefe policial de Coto Brus.
“Entendemos que nuestra labor en este tema es vital, por lo que ayudamos en todo lo necesario para la salud y seguridad de todos”, agregó.
Un carnet y nuevas reglas
La atención de las comunidades indígenas en cuestión estarán reguladas por el «Lineamientos generales para las fincas cafetaleras que contratan mano de obra migrante (Indígenas Ngöbe-Buglé) en el marco de la alerta por COVID-19», preparados por el Ministerio de Salud.
Entre otras reglas, se dispone:
- Todo migrantes deberá tener un carné sanitario binacional otorgado en el Puesto Sanitario de la Casa del Caminante San Félix o la Casa del Caminante Quebrada Hacha.
- Asegurar el cumplimiento del periodo de aislamiento (14 días) de los migrantes indígenas que ingresen al país. •
- Contar con registro actualizado (diario) de todos los recolectores (migrantes y no migrantes) que ingresen, permanezcan o abandonen la finca.
- Contar con un registro diario del estado de salud de los recolectores y personal de la finca, y notificar diariamente al Ministerio de Salud.
- Informar de inmediato al 911 y al Área Rectora de Salud, en caso de identificarse un caso que presente síntomas como dolor de garganta, tos seca, fiebre, dificultad respiratoria relacionadas con COVID-19.
Las disposiciones también obligan a las fincas a realizar ajustes como instalar jabón para el lavado de manos y asegurar que el material de trabajo sea de uso personal y se desinfecte diariamente.
Además, se deberá tener un espacio para el aislamiento de casos sospechosos y confirmados de la enfermedad, así como asegurar que los diversos grupos familiares no se mezclen entre sí.
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