El Índice de Precios al Consumidor (IPC), utilizado para estimar la inflación, registró en marzo una variación interanual de -1,19%, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
Con ello, se cumplen 10 meses consecutivos en números negativos.
También, por segundo mes consecutivo, el indicador registró una variación mensual negativa, impulsada principalmente disminuciones de precios de artículos y servicios como boleto aéreo, automóviles nuevos, paquetes turísticos al extranjero, transporte en autobús y en varios alimentos como tomate, cebolla, bistec de res, pechuga de pollo, manzana y pollo entero.
De los 289 artículos que conforman el IPC, en marzo un 45% bajó de precio, un 42% aumentó y un 13% no presentó variación.
En -1,19%, la variación en el nivel general de precios se mantiene fuera del rango de meta del Banco Central de Costa Rica, que va del 2% al 4%. Además, es la variación negativa más profunda, entre los meses de marzo de los últimos 10 años, según el INEC.
Lejos del rango meta
En enero anterior, el Banco Central postergó, una vez más, la fecha en la que lograría llevar la inflación al rango meta.
Hasta octubre del 2023 se esperaba que el indicador regresara a esa franja durante el segundo trimestre del 2024, pero el pronóstico más reciente (marzo) prevé que la inflación esté fuera del rango meta durante todo el año y será hasta inicios del 2025 que regrese a los valores de tolerancia entre el 2% y 4%.
Aunque se trata de una meta de largo plazo, durante los últimos 27 meses, la variación interanual del IPC ha estado dentro del rango únicamente en dos ocasiones: enero del 2022 (3,50%) y abril del 2023 (2,44%).
En otros 14 meses estuvo por encima de la meta, hasta llegar a un máximo de 12,13% en agosto del 2022. En mayo del 2023 la variación fue positiva (0,88%), pero fuera del rango, y desde entonces solo se han registrado cifras interanuales negativas.
Deflación
El 21 de marzo anterior, el Banco Central llamó por primera vez a este fenómeno de cifras negativas “deflación”. Este concepto económico se refiere a un periodo prolongado de inflación negativa.
Un periodo de deflación puede conllevar a consecuencias negativas sobre la actividad económica, pues se da un periodo de enfriamiento del consumo y de la producción. Por ende, hay atrasos en las inversiones, menor contratación y afectaciones al mercado laboral.
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