Hermes Solano
Este lunes 23 de enero arrancará el juicio por el asesinato del líder indígena Jehry Rivera, ocurrido en Térraba en febrero de 2020.
El debate se realizará en el Tribunal de Juicio de Pérez Zeledón, en contra de un hombre de apellido Varela, y quien en agosto anterior reconoció públicamente haber matado a Rivera.
El 17 de agosto, Eduardo Varela participó en una actividad del Gobierno y al tomar la palabra dijo que él había acabado con la vida del líder indígena.
“Han hablado mucho del caso de Jehry Rivera. Yo no sé si ustedes saben, yo fui el que lo maté. (sic) Y yo quiero que ustedes se den cuenta por qué lo maté…”, dijo Varela.
Ese día recibió aplausos de muchos de los presentes en la actividad, donde estaban funcionarios del Poder Ejecutivo, entre ellos el viceministro de Justicia, Sergio Sevilla y el Comisionado de Inclusión Social del Gobierno, Ricardo Sossa.
El hombre cumplía medidas cautelares, aunque no estaba en prisión preventiva.
Ahora, enfrentará el juicio, en el que participarán un total de 31 testigos y tiene fecha de finalización para el 30 de enero; es decir, tardaría una semana.
El juicio arranca este lunes a las 8 a.m.
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Los hechos
La noche del 24 de febrero de 2020 en los territorios indígenas Térraba, en Buenos Aires de Puntarenas, se dio una riña por un supuesto conflicto de tierras.
Aquel día unas 40 personas intentaron agredirlo, pero luego tres lo lograron sujetar y una de ellas le disparó, según la hipótesis que manejaba el Ministerio Público.
Rivera fue impactado en al menos cinco ocasiones en hombro, axila, espalda y cabeza, según lo informó el OIJ, por lo que falleció en el sito.
El acusado Varela se entregó poco después a las autoridades; sin embargo se mantuvo en libertad con otras medidas.
Según había informado la policía judicial, el imputado es familiar de otro sujeto con el que el líder originario de Térraba sostenía un altercado la noche de los hechos.
Rivera era reconocido como un líder comunal quien luchaba en contra de la tenencia de tierras en manos de no indígenas. Un papel muy similar al que tenía Sergio Rojas, también asesinado por su relación a la recuperación de fincas, según consta en informes judiciales.
Estos casos provocaron que Naciones Unidas y otros grupos de derechos humanos llamaran la atención al Estado costarricense por el conflicto de tierras que se mantiene y la falta de protección para los grupos originarios.
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