Josué Alvarado
“Han hablado mucho del caso de Jehry Rivera. Yo no sé si ustedes saben, yo fui el que lo maté. (sic) Y yo quiero que ustedes se den cuenta por qué lo maté…”, dijo la noche del miércoles 17 de agosto un hombre identificado como Eduardo Varela.
Una persona grita al fondo en señal de apoyo y seguido de eso muchos de los presentes le aplauden. Una niña sentada en la segunda fila del evento realizado en Buenos Aires de Puntarenas es testigo de la celebración.
Durate los aplausos el hombre que recién confesó el crimen tuvo que dejar de hablar, para que su discurso no se interrumpiera. Aprovecha los segundos para caminar y dirigirse hacia la mesa donde se ubican los invitados principales.
Entre ellos, el viceministro de Justicia, Sergio Sevilla y el Comisionado de Inclusión Social del Gobierno, Ricardo Sossa.
Varela ya tenía medidas cautelares, es decir, estaba bajo la vigilancia del Poder Judicial. Sin embargo, por ahora no se sabe si después de la confesión pública, que quedó grabada en una transmisión de Facebook de Radio Cultural Buenos Aires, las autoridades judiciales han tomado algún tipo de acción.
Jerarcas repudian a quienes aplaudieron
Uno de los primeros en reaccionar luego de lo ocurrido fue el viceministro Sevilla.
“Lo más lamentable y que merece el repudio de la mesa y del Gobierno es que varias personas aplaudieron esa acción, aplaudieron a la persona que aceptó haber matado a otra persona”, dijo a través de una publicación en redes sociales.
Además, fue él quien confirmó que Varela tiene medidas cautelares, que no le impiden salir de casa.
Por su parte, en una entrevista con El Observador el comisionado Ricardo Sossa señaló que su reacción es de “total repudio a cualquier apología a la muerte, a cualquier incitación al odio, al crimen y respetando los principios de justicia”.
Recordó que era un evento público, abierto y en el que hay total libertad de asistencia.
Durante la entrevista dijo que la violencia que se vive en los terriotorios indígenas es producto de un histórico abandono por parte de todos los poderes del Estado, tanto así que se ha requerido de la intervención de organismos internacionales para proteger los derechos de esta población.
“Estamos preocupados por solucionar los problemas que han sido ignorados desde hace más de 30 años como nos decían los mismos indígenas de los territorios”, añadió el comisionado vía telefónica.
Este medio consultó al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) si había noticias sobre este caso, pero al cierre de la nota no hubo respuesta.
40 personas contra Jehry Rivera
Los aplausos a favor de Eduardo Varela continuaban durante su discurso, en una mesa de diálogo en la que participan distintos sectores, y en la que se analiza la situación de los pueblos indígenas de Costa Rica.
El crimen al que hizo alusión el hombre ocurrió la noche del 24 de febrero del 2020 en Buenos Aires de Puntarenas.
Aquel día unas 40 personas intentaron agredirlo pero luego tres lo lograron sujetar y una de ellas le disparó en dos ocasiones, según la hipótesis que manejaba el Ministerio Público.
Todo esto en medio de una lucha entre grupos que se han formado a lo interno de los territorios indígenas.
El Juzgado Penal de Buenos Aires elevó el caso a juicio y desde entonces distintas organizaciones nacionales e internacionales han pedido al Poder Judicial que se resuelva este crimen.
Rivera era reconocido como un líder comunal, luchaba en contra de la tenencia de tierras en manos de no indígenas. Un papel muy similar al que tenía Sergio Rojas, también asesinado por su relación a la recuperación de fincas, según consta en informes judiciales.
