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Late Night With the Devil: te lleva de la mano con sus virtudes y sus defectos de manera honesta

Late Night With the Devil:: una de esas joyas que nadie espera, y que sorprende no ya desde el minuto uno, sino incluso desde el mismo tráiler.

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Tiempo de Lectura: 4 minutos
Late Night With the Devil: te lleva de la mano con sus virtudes y sus defectos de manera honesta
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Popcorn506 para El Observador

En ocasiones se dice que las películas de género lo tienen más difícil para triunfar en los grandes premios y eventos cinematográficos.

Pero, como todos sabemos, los premios son una cosa y lo que el gran público disfruta es otra. Un ejemplo muy evidente de esto son las películas de terror.

Antiguas como el cine en sí, y con épocas de gran éxito y otras un poco menos populares, el terror, en todas sus variantes, ha estado siempre presente para los más fieles. Y, de vez en cuando, para un público mucho mayor, por motivos como los que tratamos en esta ocasión.

Late Night With the Devil es una de las grandes sorpresas de los últimos meses. Una de esas joyas que nadie espera, y que sorprende no ya desde el minuto uno, sino incluso desde el mismo tráiler, por su capacidad de despertar la curiosidad y enganchar sin misericordia.

Un pequeño viaje en el tiempo

La película nos lleva a los años 70 para contarnos la historia de un presentador de un programa nocturno, los llamados Late Night, que no atraviesa su mejor momento personal ni profesional.

Y, directamente, a modo de falso documental, nos sumerge en el directo de un programa de noche de Halloween en el que comienzan a suceder cosas muy extrañas.

La historia de Late Night With the Devil y su enfoque no son rompedores, pero sí son muy eficaces. La premisa es una propuesta muy sencilla y directa que nos invita a una experiencia a la que muchas veces recurrimos voluntariamente.

Porque, seamos sinceros, muchos de nosotros, invadidos por sentimientos de nostalgia, hemos buscado y visionado programas antiguos, de nuestra infancia o anteriores, para satisfacer una curiosidad o revivir unos recuerdos significativos.

Sorpresas

Lo bueno de esto es que, a diferencia de aquello que buscamos en YouTube o similares, está plagado de sorpresas porque es una historia que no conocemos y, sobre todo, no esperamos.

Esta es la clave para mantenernos pegados a la pantalla. El anzuelo está puesto en forma de un diseño de producción perfecto.

Desde el vestuario a la música, la caracterización de los personajes o, incluso, la textura de la imagen nos crea pocas dudas de que esto se grabó de verdad en los años 70.

Y, como guinda al pastel, un estilo de realización televisiva clásica que utiliza los argumentos más básicos en la pequeña pantalla para retener al espectador.

Pero ¿qué estamos viendo aquí?

Esta es la pregunta que puede que muchos se hagan según avance Late Night With the Devil. Será una pregunta que llegue rápido, porque la película, además, pasa volando.

Es otra de las claves que explica el éxito que está teniendo en los últimos meses. De nuevo, al igual que sucedía en esas tertulias televisivas setenteras, el ritmo no era trepidante, ni en lo narrativo ni en los aspectos visuales, pero sabía dosificarse de tal modo que mantenía el apetito del espectador sin saciar hasta el final.

Además, la mezcla de géneros que se abordan aquí, igualmente equilibrada, ayuda a subir el listón de lo inesperado.

Ese tono de falso documental es la excusa para acercarnos a la casa del terror y las notas de humor son los sutiles engaños para que no salgamos de ella.

Pero, sin pretender llegar al auténtico horror o gore de los trabajos anteriores de la pareja de directores, Cameron y Colin Cairnes, aquí se surfea sobre unas olas de sátira y crítica al medio televisivo.

Ante todo a esas actitudes que ya se van perdiendo, pero justificaban prácticamente todo con tal de subir un poco la audiencia.

Mención aparte para los rostros protagonistas de Late Night With the Devil, principalmente el de David Dastmalchian y Laura Gordon que, ya curtidos delante de las cámaras y en el género, funcionan a la perfección aquí.

Sobre todo, él, tal vez por la caracterización, pero es que de verdad recuerda al típico galán de los setenta que triunfaba en el entretenimiento setentero con una combinación de pelo y voz potentes.

Recomendable para mucha gente

Late Night With the Devil es una película que resulta accesible a mucha gente. No vamos a decir que sea apta para los más jóvenes de la familia, pero tampoco es una película tan terrorífica como para provocar pesadillas.

Lo que sí, y al final es lo que uno se lleva de recuerdo, es tremendamente entretenida.

Ojalá haya más películas como ésta, que te llevan de la mano con sus virtudes y sus defectos de manera honesta. Con esa sinceridad es con la que se conquista a un público determinado, más amplio que el originalmente elegido, y que, seguramente, la convertirá en un título de culto de aquí a unos años.