Poco importó la alerta naranja que hay en Pavas y las restricciones especiales para los distritos josefinos por la amenaza del coronavirus. Diversos negocios decidieron seguir operando hasta que las autoridades los descubrieron durante un operativo.
Según informó la Policía Municipal de San José los locales no solo estaban abiertos sino que estaban llenos de gente.
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Las primeras acciones se hicieron en Pavas donde se interceptó una venta ilegal de lotería y una sala de máquinas.
También se identificó un billar en Sagrada Familia donde decenas de personas compartían las partidas.
Todos los negocios se cerraron por 30 días debido a su incumplimiento de la normativa sanitaria.
Epicentro de la emergencia
La segunda ola de COVID-19 se ensañó esta semana con el centro de San José, que volvió a ser el epicentro del contagio.
Pavas, al oeste del cantón, reporta la mayor afectación con un 105 casos totales, de los cuales 84 están activos. Es el distrito con más casos activos en todo el país.
El monitoreo identificó la presencia de restos del virus en las aguas residuales, lo que conllevó además un operativo especial de testeo pues a criterio del Ministro de Salud, Daniel Salas, se trata de una zona propensa al contagio comunitario.
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Con ese escenario, se elevó la comunidad a alerta naranja, lo que intensificó la restricción vehicular y limitó la operación de los negocios.
Considerando el riesgo existente también se limitó la reapertura en los distritos de La Uruca, La Merced, Hospital, Hatillo, Mata Redonda, Catedral, Zapote, San Francisco de Dos Ríos, San Sebastián y Zapote.