El propio Fiscal General, Carlo Díaz, explicó semanas atrás que de no tener lista la Ley de Crimen Organizado para inicios de junio, una amplia lista de personas asociadas a delitos podrían quedar en libertad.
Mientras el trámite sigue pegado en el Congreso por los cientos de mociones que presentó la diputada liberacionista Carolina Delgado, el jerarca judicial volvió a insistir en los riesgos que se acrecientan a falta de normativa.
Un punto clave tiene que ver con las prisiones preventivas.
Al abordar los casos como “crimen organizado” la normativa duplica los plazos de investigación. Esto permite tener a las personas detenidas por el doble de tiempo, pero el esquema podría venirse abajo de no contar con el texto.
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Díaz alerta de que hay casos donde ya las fechas llegaron al límite.
Otro factor en juego son las pruebas de casos altamente complicados. Cuando se presume de presuntas organizaciones para cometer delitos se agilizan herramientas como las intervenciones telefónicas.
Aumenta preocupación
El Fiscal General insiste en que en ningún momento ha hecho señalamientos a diputados en particular.
Eso sí, ciñe sus críticas a la ola de mociones que tiene entorpecido el debate.
Según su lectura, la reforma tiene apenas 7 artículos, por lo que no es proporcional la cantidad de mociones.
El número, insiste, los deja “anonadados”.
Semana de “guillotina” para Crimen Organizado
A la reforma de Crimen Organizado se le aplicó el sistema de discusión rápida en la Asamblea Legislativa.
Durante la última semana ese se ha convertido en uno de los pocos temas que está viendo el Plenario. De hecho, se han convocado sesiones adicionales donde se ve moción por moción, de las cuales solo una se acogió.
En un esfuerzo por ordenar el tema, el presidente legislativo Rodrigo Arias agrupó aquellas que eran muy similares o tenían que ver con lo mismo, de manera que se redujera un poco el número.
Para esta semana, por su parte, seguirá el mismo formato de debate. Eso sí, una vez cumplido el plazo se pasará a la etapa de “guillotina”.
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El lunes se completarán 14 sesiones enfocadas en el tema; a partir del martes, se procederá a votar las mociones pero sin tiempo para hablar a favor o en contra de ellas.
Terminado ese paso, se debatirá el proyecto integralmente para darle las dos votaciones que se necesitan para su aprobación.
Mientras llega ese momento sigue a la expectativa la posibilidad de que una vez votado en primer debate, el proyecto sea enviado a revisión de la Sala Constitucional. En ese caso la ley da un mes de plazo para que los magistrados se pronuncien y hay dos posibilidades: si encuentran errores de fondo, los diputados pueden hacer los ajustes, pero si detectan problemas en cómo se hizo el procedimiento, debe arrancarse de nuevo el debate.
