El Ministerio de Justicia y Paz (MJP) ordenó la suspensión de visitas – incluidas las conyugales – a los centros penitenciarios del país, ante la amenaza de la COVID-19.
La medida entrará en vigencia la tarde de este viernes, por tiempo indefinido. Cada semana, la cartera valorará la conveniencia de la disposición basada en recomendaciones del Ministerio de Salud.
La orden se giró primero para el Centro de Atención Institucional del Adulto Mayor, en San Rafael de Alajuela, y el módulo de adultos mayores de la cárcel Antonio Bastida, en Pérez Zeledón.
La población es considerada de alto riesgo, en caso de adquirir el virus.
El objetivo de la suspensión de visitas es crear una línea de protección para los reos, con el fin de evitar que surja un primer caso positivo al interior de los centros penales, según la ministra Fiorella Salazar.
También responde al llamado del ministro de Salud, Daniel Salas, de que la ciudadanía (en este caso, los visitantes) deben permanecer en sus hogares.
Hasta ahora, solo dos privados de libertad y cuatro policías penitenciarios del centro Antonio Bastida han sido aislados, por haber entrado en contacto con un médico del hospital Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón, que fue contagiado con la enfermedad respiratoria.
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Solución tecnológica
Protocolo de ingreso a los centros penitenciarios para prevenir el contagio del nuevo coranavirus entre los privados de libertad. (Ministerio de Justicia y Paz)
Para sopesar la suspensión de visitas, Salazar anunció la instalación de nuevos teléfonos públicos, para que los reos puedan tener comunicación con personas cercanas.
“Hemos iniciado un trabajo especial con el Instituto Costarricense de Electricidad para dotar a los centros penitenciarios de más teléfonos públicos”, explicó la jerarca.
El Ministerio además anunció las siguientes disposiciones:
- suspensión del ingreso de estudiantes e investigadores hasta que se levante la declaratoria de estado de emergencia nacional
- valoración de la esencialidad de los servicios ofrecidos por voluntarios y permitir su ingreso solo si sus labores son indispensables
- cancelación de los traslados de reos salvo en casos justificados
- suspensión de actividades interdisciplinarias con la participación de grandes grupos en espacios que no garanticen el espacio mínimo de distanciamiento (1,8 metros)
- cancelación de salidas excepciones de los recintos penales, salvo que obedezcan a motivos justificados
- distanciamiento en las filas para la entrega de encomiendas
- establecimiento de protocolos de higiene para proveedores a su ingreso a las cárceles
- suspensión en la salida de apremiados que participen en proyectos fuera de los centros
Las medidas se suman a las jornadas de limpieza profunda en las cárceles, así como de superficies dos veces al día, con énfasis en baños y pilas.
Desde hace una semana también se había ordenado una valoración por parte del personal médico a todos aquellos reos que ingresen a las cárceles, así como el levantamiento de un listado de los privados con factores de riesgo.
El más reciente balance oficial arrojó dos muertos por la COVID-19 y 89 contagiados.
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