Hermes Solano
Esta semana Costa Rica recibió la buena noticia de que estará presente en el Mundial mayor de voleibol de playa, que se jugará en Roma, Italia, entre el 10 y el 19 de junio.
Ángel Williams y Ximena Núñez tienen 20 y 18 años, respectivamente, comenzaron a jugar juntas hasta hace apenas 11 meses. Pero muy rápido hicieron mancuerna y los éxitos han ido llegando.
Pero no ha sido fácil. Dedicadas de lleno a un deporte que no es tradicional en Costa Rica, deben distribuir su tiempo entre la práctica del deporte, el estudio y el trabajo. Esto hace que sus jornadas sean tan extensas, como agotadoras.
Entrenamientos matutinos desde las 4 a.m. y nocturnos hasta las 9 p.m. son parte de una rutina que les permitió obtener el premio de clasificar al Mundial.
“Sabemos que todo esfuerzo tiene su recompensa, mi compañera Ximena y yo nos hemos preparado fuertemente durante los últimos meses, aproximadamente 11 meses de jugar juntas. Entonces la idea de una clasificación mundial a ese punto es irreal”, dijo Ángel.
“Estamos super emocionadas, nos hemos preparado super fuerte”, añadió.
El Observador conversó con cada una de ellas por separado para conocer su historia, saber quiénes son y el objetivo que tendrán en suelo italiano.
Desde Puerto Jiménez
Williams es oriunda de Puerto Jiménez, pero llegó a Atenas debido al voleibol.
En la escuela y con 10 años empezó a jugar este deporte por influencia de su madre, que jugaba todos los jueves en Quepos y también de su hermano, que se integró a un equipo.
Jugaba con hombres porque no había muchas mujeres interesadas en el voleibol de sala y por eso, una vez entró al colegio, decidió pasarse al voleibol de playa.
Ahí encontró una pareja y en el Colegio Técnico Profesional de Puerto Jiménez había cancha para este deporte.
Ángel participó en varios Juegos Nacionales, logrando medallas de oro y plata y en una ocasión fue designada como la mejor jugadora.
También ha sido parte del proceso olímpico como seleccionada nacional y hace 11 meses la Federación le informó que iba a jugar con Ximena.
“Voy a ser cien por ciento honesta; antes no tenía una excelente relación con ella, no éramos super amigas, nunca habíamos jugado juntas”, reconoció Williams.
Sin embargo, muy rápido hicieron conexión y ahora están a las puertas del Mundial.
De sala a playa
Ximena Núñez inició en el voleibol de sala por un deseo de su mamá, que la inscribió en un equipo cuando tenía 12 años.
“Empecé en el voleibol de sala con Natalia Alfaro, que hizo un grupo de chiquitas cerca de mi casa y luego de eso, como a los 2 años, la entrenadora de Natalia hizo un reclutamiento, le pidió a ella algunas jugadoras y me escogieron a mí para ir a jugar playa”, dijo la joven de 18 años.
Actualmente Ximena, quien es vecina de Heredia, cursa el segundo año de la carrera de Terapia Física en la UCR.
Asegura que una vez que “probó” lo que era el voleibol de playa, ya no quiso volver a jugar en sala.
“Es mucho más intenso, más la presión, responsabilidad, pero lo vale. Se disfruta más la arena, además de que uno tiene que saber a ver todo”, afirmó.
Buscan fondos
A la espera de saber si el Comité Olímpico Nacional les podrá ayudar para cubrir algunos gastos para el Mundial, principalmente los tiquetes, las jugadoras están pidiendo colaboración.
Según Williams, la Federación de Voleibol les indicó que no existía presupuesto en este momento. Por ello, en caso de que el CON no pueda sufragar los gastos, tendrán que correr por ellas.
“Xime y yo hemos decidido crear un Go Fund Me para todos los que quieran colaborar para llevarnos al Mundial Mayor de Voleibol Playa en Roma”, escribió Williams en sus redes.
“Ante la premura del viaje, que será en junio, las autoridades competentes están intentando gestionar el financiamiento, sin embargo estamos a la espera de una respuesta, además de los gastos de boletos de avión hay gastos adicionales que nosotras debemos de cubrir”, finalizó.
