Mientras sindicatos de educación, salud y estudiantes protestan en las calles, los diputados tendrán sesiones extraordinarias este martes y miércoles, para afinar los últimos cambios en el texto del proyecto de Ley para brindar seguridad jurídica a la huelga y sus procedimientos.
Tras el análisis hecho por la comisión especial, los legisladores tienen una última oportunidad para que, en una segunda votación, se decida si los cambios rechazados en primera instancia se mantienen fuera del proyecto o se les incluye en la versión final.
De las casi 200 modificaciones votadas negativamente en la fase anterior, 69 volverán a debate.
Los diputados sesionan y discuten, justo cuando hoy se da el segundo día de la huelga itinerante convocada por dos sindicatos de educación. La Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) hoy marchan contra el proyecto de ley sobre huelgas.
Los sindicados del sector salud, la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) y grupos de taxistas se unieron a la protesta, que nuevo afecta el tránsito de miles de costarricenses, así como las clases de cientos de estudiantes.
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¿Una norma más permisiva?
En la comisión de análisis, quedaron rezagadas propuestas tanto para endurecer la normativa como para suavizarla.
La iniciativa principal liderada por la Franggi Nicolás, del Partido Liberación Nacional (PLN), para legalizar las interrupciones de los servicios esenciales no será retomada.
Ni ella ni los otros 12 diputados que la firmaron buscaron su reactivación. Sin embargo se discutirán otras medidas como:
- permitir huelgas políticas: el bloque evangélico Nueva República intenta revivir la posibilidad de que las huelgas no sean solo por temas laborales, ampliando los motivos que permiten su desarrollo
- repetición de huelgas: José María Villalta, del Frente Amplio, promueve que se permita la realización de diferentes huelgas por un mismo motivo
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Huelgas restringidas
Por otro lado aparecen las propuestas para ampliar el rango de sanciones. Principalmente impulsadas por la Unidad Social Cristiana, estas aspiran a cambios como:
- poder rebajar los salarios de los huelguistas desde el día que arrancan sus movimientos
- desactivar sindicatos que realicen bloqueos o que instiguen a otros gremios o estudiantes a hacerlo
- declarar como esenciales todos los servicios de puertos y aeropuertos, para que no se den huelgas en ese espacio
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Pasos pendientes
Una vez que finalice el análisis de los cambios propuestos, el Plenario tendrá el debate del proyecto por el fondo.
Concluida la fase de discusiones, se darán dos votaciones para lograr la aprobación o rechazo final de la iniciativa.
El sector privado ya aplaudió el avance del proyecto sobre huelgas. Mientras los sindicatos insisten en que se frene, a pesar de acuerdos a los cuales llegaron con los diputados. Ayer el presidente del Congreso y principal promotor de la ley, Carlos Ricardo Benavides, recriminó que los gremios de educación nuevamente se tiraran a la calle.
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