Sergio Arce
Cinco madres emprendedoras recibieron apoyo para potenciar sus negocios en el marco de la tercera edición de A Mamá le tengo Fe. Se trata de una campaña enmarcada en el programa buenas acciones e Monge.
Las beneficiadas son de diferentes partes de Costa Rica y enfocadas en negocios muy diferentes entre sí: elaboración de champús y jabones, automotriz, granizados, tintes naturales y gallinas ponedoras.
Ellas no solo recibieron una computadora, un celular, infraestructura y otro tipo de equipamiento ajustado a cada línea de negocio.
Las mamás también fueron favorecidas con capacitación por parte de Fundación Monge y del Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento de la Universidad Latina (Celiem).
Adicionalmente, se les brindará asesoría financiera y una línea de crédito de Monge Emprendedor, de acuerdo con las necesidades y evolución de sus negocios.
Esto con el objetivo de que realicen un uso estratégico de los recursos económicos una vez finalizado el ciclo de capacitación, añadió Monge.
“En Monge le tenemos fe a las mujeres emprendedoras, mamás y jefas de hogar, confiamos en su esfuerzo y creemos en su compromiso.
“Por eso buscamos apoyarlas mejorando sus áreas de trabajo y equipándolas para que sigan expandiendo sus modelos de negocio y siendo un gran ejemplo para sus hijos, sus familias y en sus comunidades”, comentó Carlos Fernández, gerente de Marca Monge.
Las beneficiadas y lo que recibieron
Para esta temporada se postularon 70 casos provenientes de todo el país, de los cuales resultaron favorecidas 5 madres emprendedoras.
Alicia González, propietaria de Granizados Ali. Se trata de un emprendimiento que nació hace 12 años cuando perdió su trabajo. Ella vende sus granizados en empaques biodegradables.
Monge le otorgó un local nuevo de 15m2, estantería, congelador, enfriador y mesa de trabajo. También muchos otros insumos como leche condensada, leche en polvo y confituras.
Katherine Murillo, por su parte, elabora champú, jabones, acondicionadores y mascarillas en Mar y Sol cosmética.
Esta es una iniciativa que surgió luego de que descubriera que su padre tenía cáncer. Con el tiempo él desarrolló lesiones en la piel, por lo que ella se dio a la tarea de investigar sobre la elaboración de productos aptos para personas como él.
Gracias a Monge ella tiene ahora un espacio equipado con aire acondicionado para preservar mejor sus productos.
También estanterías, plantilla de inducción, ollas de inducción, batidora de inmersión y otros que le permitirán incrementar su capacidad de producción y calidad de sus productos.
Mónica González, de Burio Costa Rica, sintetiza tintes naturales para confeccionar prendas y accesorios con impresión botánica.
Tras tener que cerrar su negocio de elaboración bolsas de tela para fiestas infantiles, estudió sobre tintes naturales. Así fue como puso en marcha un pequeño taller en el patio su casa.
Con el aporte de Monge, se remodeló y amplió este taller al doble del área y se equipó con una pila para preparación de las telas.
También con lavadora, refrigeradora, plantilla y ollas de mayor capacidad, estanterías y hasta un banco de serigrafía junto con otros insumos.
Apoyo en tiempos difíciles
Jenny Vargas, mecánica de Taller Automotriz JyJ, abrió su propio taller, pero ha afrontado problemas de inseguridad ante el robo de varias de sus herramientas de trabajo.
También le sustrajeron la computadora con toda la información de su trabajo, debido a que su taller estaba, prácticamente, al aire libre.
Ante ello, Monge le construyó las paredes y portones corredizos, se niveló y pintó el piso, además se le instaló un sistema de vigilancia por circuito cerrado.
María Eugenia Baltodano, vecina de Lepanto en Puntarenas, cuenta con un negocio de gallinas ponedoras.
Ella emprendió hace siete años luego de que su madre fuera diagnosticada con una grave enfermedad.
Monge apoyó este emprendimiento y le modernizó el espacio interno del galpón principal con divisiones, bebederos automáticos, comederos y nidales.
Además, le donó 100 gallinas más con 10 sacos de alimento para aumentar su producción y potenciar su negocio.
“Para todos los que trabajamos en Monge es de gran satisfacción poder colaborar en este tipo de campañas.
“Por eso agradecemos a todos nuestros clientes, porque gracias a sus compras en nuestras tiendas a nivel nacional, logramos destinar un porcentaje para fortalecer el programa Las Buenas Acciones de Monge”, finalizó Fernández.
