Tomás Gómez
El Papa Francisco ha aprovechado diversas actividades para resaltar la calidad del café costarricense. Ahora lo volvió a hacer frente a los diplomáticos acreditados en el Vaticano.
Con motivo del cambio del año, el Papa concedió una audiencia al Cuerpo Diplomático y durante el saludo hizo la referencia al grano de oro de nuestro país.
“¡No lo olviden! ¡Costa Rica, el mejor café del mundo!”, manifestó el pontífice.
El @Pontifex_es reiteró su preferencia por el café costarricense aprovechando el saludo a la representación de 🇨🇷durante la tradicional audiencia por Año Nuevo con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. “¡No lo olviden! ¡Costa Rica, el mejor café del mundo!" pic.twitter.com/dtvCzb4ULg
— Cancillería Costa Rica 🇨🇷 (@CRcancilleria) January 16, 2023
“En el evento es usual que el Pontífice salude a cada uno de los jefes de misión por orden de precedencia. Cuando nuestro país fue anunciado, el Papa exclamó con gran entusiasmo: “¡Costa Rica, el mejor café del mundo!”, relató por su parte Amarilli Villegas; representante interina del país.
Como parte de la ceremonia, la representación del Estado costarricense regaló al Papa un rosario con la imagen de la Virgen de los Ángeles.
En seis ocasiones
Esta es la sexta ocasión en la que el Sumo Pontífice alaba el sabor de nuestro café.
Primero lo dijo en el 2017; luego, lo hizo en el 2019 en tres ocasiones, Más tarde en el 2021 y ahora en este 2023.
En la penúltima ocasión, el papa Francisco le externó su amor por el café de Costa Rica a un equipo de Radio Fides, que estuvo presente en el Vaticano.
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El mensaje del Papa
Con respecto a la reciente visita del Cuerpo Diplomático al Sumo Pontífice, el Ministerio de Relaciones Exteriores compartió parte del mensaje de Francisco.
Este recalca una “invocación por la paz en un mundo que ve cómo crecen las divisiones y las guerras”.
De paso, agradeció las condolencias y cercanía por la reciente muerte del Papa emérito Benedicto XVI.
Al referirse a la importancia de la diplomacia, señaló: “Vuestra presencia afirma el valor de la paz y de la fraternidad humana, que el diálogo contribuye a construir.
“Por lo demás, la tarea de la diplomacia es precisamente la de allanar las divergencias para favorecer un clima de colaboración; y confianza recíprocas para la satisfacción de las necesidades comunes”.
Posteriormente realizó un repaso por las dificultades que atraviesan algunos países, con especial énfasis en el papel trascendental de las mujeres en la sociedad.
Enfatizó que “allí donde los derechos humanos son plenamente reconocidos para todos, las mujeres pueden ofrecer una contribución propia; e insustituible a la vida social y ser las primeras aliadas de la paz”.
