Juan Pablo Arias
Los empresarios turísticos persisten en su cruzada para que los incentivos que han permitido a la industria desarrollarse por los últimos 30 años se mantengan y que el Ministerio de Hacienda cese en sus intenciones de derogar las exenciones especiales que tiene el sector.
Uno de los principales argumentos es el apoyo que brindó el sector al trámite y aprobación de la reforma fiscal, bajo el entendido de que los beneficios existentes se mantendrían, para que industria mantuviera su competitividad.
Ahora, tras una interpretación de la Dirección General de Tributación -ente adscrito al Ministerio de Hacienda-, los incentivos para el desarrollo turístico podrían ser derogados con la entrada en vigor del Impuesto al valor agregado (IVA), el próximo 1º de julio. Esto provoca alarma en el sector turístico.
“La reforma fiscal no tenía como propósito derogar incentivos. El espíritu del legislador nunca fue aprobar la aprobación del IVA para quitar incentivos a algunas industrias”, dijo Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).
“Estamos en un proceso en el que se necesita la reactivación. Lo que hace Hacienda, es un criterio, una interpretación, porque no está explícito en la ley”, agregó.
Esta agrupación y la Cámara Costarricense de Hoteles seguirán analizando qué acciones tomarán frente al riesgo que corren de perder los incentivos.
“Estuvimos de acuerdo en reordenar las finanzas públicas, pero no vamos a renunciar a un derecho de una ley que tiene más de 30 años de estar vigente. Que explica el éxito de la industria del país en la actividad”, puntualizó Calvo.
“Contratos vigentes se mantendrán”
Carlos Vargas, director de Tributación, defiende la interpretación que hace Hacienda de la aplicación de la reforma fiscal; sin embargo, aclaró que los contratos vigentes se mantendrán hasta su vencimiento.
“Para aquellas empresas que a la fecha cuenten con contratos vigentes, esos contratos se van a respetar. De manera que el tratamiento fiscal en el contenido continuará aplicándose. En caso de que estos contratos venzan, ya aplicaría la nueva normativa vigente, de conformidad con la Ley 9635, específicamente en el caso del IVA”, aseguró.
Además, aseveró que quienes no tengan contratos vigentes serán sujetos al IVA y ello es más evidente en el transitorio IX de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas en el que se agrega al sector bajo ciertas normas y condiciones.
TRANSITORIO IX. Los servicios turísticos prestados por quienes se encuentren debidamente inscritos ante el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) estarán exentos del impuesto sobre el valor agregado durante el primer año de vigencia de la presente ley.
Asimismo, estarán sujetos a una tarifa reducida del cuatro por ciento (4%) durante el segundo año de vigencia de esta ley, y a una tarifa reducida del ocho por ciento (8%) durante el tercer año de vigencia de esta ley. A partir del cuarto año de vigencia de esta ley estarán sujetos a la tarifa general del impuesto sobre el valor agregado.
Durante la aplicación de la exención y la tarifa reducida del impuesto prevista en este transitorio, los servicios que no se encuentren registrados ante el Instituto Costarricense de Turismo, en los términos aquí previstos, estarán sujetos a la tarifa establecida en el artículo 10 de esta ley.
Con respecto a las declaraciones de Vargas, el diputado socialcristiano Pablo Heriberto Abarca, afirmó que “es un avance que se respeten los contratos existentes. Sin embargo, hay que revisar cual es la interpretación real del incentivo porque, en general, el incentivo es importante para que exista más desarrollo turístico”
“Me tranquiliza mucho que los contratos que están se mantengan y se cumplan, por un asunto de seguridad jurídica, pero hay que discutir que es lo que sigue con el incentivo en general, porque la idea no era eliminar incentivos turísticos”, añadió.
Motor de la economía
De acuerdo con la Cuenta Satélite de Turismo, del Banco Central de Costa Rica, el turismo representa el 8,2% del Producto Interno Bruto (PIB), si se consideran los efectos directos e indirectos que genera sobre otras actividades.
Más de 211.000 personas trabajan en turismo, lo que representa un 8,8% de la fuerza laboral del país. La Organización Mundial del Turismo, ha indicado que por cada empleo directo que genera la actividad, se generan al menos tres empleos indirectos, es decir, unos 600 mil puestos de trabajo.
El año pasado Costa Rica recibió más de 3 millones de llegadas internacionales, la cifra más alta registrada en la historia del país.
El turismo s el principal generador de divisas del país, por encima de otros productos tradicionales combinados como el café, el banano y la piña. El año pasado ingresaron $3.832,1 millones por ingresos de divisas, según cifras del Banco Central.
