Tomás Gómez
Ni una sola palabra. Así cerró la participación del expresidente de Nueva República, Francisco Prendas, ante los diputados.
Prendas, que renunció al partido en abril pasado junto a su hermano Jonathan, fue convocado por la comisión que analiza el financiamiento de la última campaña. Él tuvo que presentarse junto a César Zúñiga, tesorero de la agrupación.
Al arrancar la sesión, se les concedió un plazo de 15 minutos para dividírselos, pero Prendas le cedió el tiempo a Zúñiga.
Luego llegó el turno de las preguntas de los diputados, quienes no le hicieron interrogantes directas, cerrando así la sesión sin una sola intervención de su parte.
Uno de los puntos que generaba expectativa era en reencuentro entre Prendas y su excompañero Fabricio Alvarado, que es miembro del grupo investigador.
Entre ambos, sin embargo, hubo cordialidad. Un abrazo de saludo y otro de despedida marcaron su interacción.
Además, cuando Alvarado tomó la palabra aprovechó para agradecer sus gestiones y las del resto de la dirigencia, pues según dijo, no se metió mucho en esas labores pues estaba como candidato en las últimas elecciones.
Diferencias no fueron económicas
Terminada la sesión, Francisco Prendas dio algunas declaraciones en las que refrendó las explicaciones dadas por el tesorero de la agrupación a la que perteneció.
Defendió el trabajo hecho y el sistema con el que funcionó Nueva República.
“Trabajar con fideicomiso le garantiza al partido no solo que va estar auditado en todo momento y que va a haber transparencia.
“También que hay varias personas más allá y fuera del partido que están revisando, autorizando y aconsejando”, afirmó.
De paso, descartó que la materia financiera fuera una de las que llevara a su rompimiento con Nueva República.
Las observaciones de Nueva República
Aunque no se hicieron mayores cuestionamientos al manejo de la campaña, el equipo de Nueva República aprovechó para abonar a los reclamos que ya hicieron otros partidos sobre el tema del financiamiento electoral.
Explicó los trámites que se requieren y según Zúñiga, es cuestionable que los bancos públicos no estén participando en el financiamiento.
A la vez alertó sobre cómo se están personalizando las campañas y cómo dependen mucho de las papeletas. En el caso de su partido, resaltó, hubo éxito porque tenían “un candidato potable y reconocido”, afirmó.
Agregó que trabajó con varios protocolos de control financiero y que hubo retos como el seguimiento de los gastos en redes sociales y los pagos que hacen los dirigentes locales, para poder dar seguimiento a las donaciones.
