UNA investiga si hay extranjeros infiltrados en la toma de Rectoría, pero no pedirá intervención policial

Esta mañana, el rector de la Universidad Nacional, Alberto Salom, aseguró que investigan si hay personas forasteras en el grupo de encapuchadas que tomaron el edificio de la Rectoría de esta institución.

“Debo decir que nos preocupa, haber identificado personas (…) que no son estudiantes ni administrativos de nuestras universidad. Estamos estudiando si son personas extranjeras. Acuerdense que este es un movimiento anarquista. No todos lo son, pero es la nota dominante”, añadió.

A pesar de esto, reconoció no contar con pruebas y bajó el tono a su acusación. “Pienso que, por el hecho de que algunos de ellos proclaman el anarquismo como ideología y es un movimiento internacional, podrían ser hasta extranjeros. Eso fue lo que dije, no que son”, detalló.

El rector de la UNA afirmó que, si la situación se mantiene, la posibilidad de peligro en las inmediaciones de la edificación se vuelve inminente, al tiempo que añadió que los manifestantes ya pasaron de los pasillos a las oficinas.

A pesar de esto aseguró que no ha solicitado, ni coordinado, la intervención de la Fuerza Pública para poner fin a la situación. “La Fuerza Pública no se ha metido en el campus universitario en esta coyuntura” puntualizó.

“A veces, los movimientos son infiltrados. Eso es lo que me preocupa. Una cosa es un estudiante de la UNA, bien formado, y otra cosa es una persona, afuera de la universidad, tratando de comandar las acciones”.

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Siguen bloqueos

La toma del edificio se mantiene desde hace una semana, a pesar de que la noche de este martes el gobierno llegó a un acuerdo con los integrantes del Consejo Nacional de Rectores (Conare), sobre la reasignación de ¢70.000 millones del Fondo Especial de Educación Superior (FEES).

De hecho, Salom aseguró que giró la orden de cancelar lecciones en la institución, para este miércoles, ya que un grupo de manifestantes se dispersó y temía que trataran de hacerse con el control de otros inmuebles.

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Además del edificio de la Rectoría, manifestantes, entre ellos estudiantes, han mantenido bloqueos a lo largo de la última semana en la calle principal de Heredia, más específicamente en el trayecto que pasa frente al campus de la UNA.

Sobre el posible desalojo, Salom aseguró que se mantienen negociando con los cabezillas del movimiento, no obstante, aseguró que no es un tema sencillo. “No se trata de levantar un dedo y dar una orden”, se justificó.

También negó haber solicitado o permitido el ingreso de la Fuerza Pública a las instalaciones universitarias. Desde horas de la mañana, la Policía tiene efectivos destacados en los alrededores de la UNA para controlar la masa de personas.

Salom agregó que, más allá de los daños físicos al inmueble, la toma del edificio pone en riesgo la estabilidad administrativa, por lo que se podría ver afectado el giro de fondos para diversos gastos.

“Podría verse afectado el giro de los salarios de los trabajadores. Ahora tuvimos que correr. Aquí sí, se podrían ver afectadas las becas de los estudiantes”, aseguró.