Vetarle la entrada de los comercios de aquellas personas que no tengan el certificado de vacunación contra el covid-19 supondría una afectación a las libertades individuales que requeriría de la una ley y no simples decretos o reglamentos como los que ha anunciado el Gobierno.
El tema en discusión no es la vacunación obligatoria -ya avala por la Sala Constitucional y respaldada por los sectores productivos- ni la calidad de los códigos QR -que se espera cambie con la implementación de parámetros europeos-, sino el proceso para fijar las nuevas restricciones.
Las medidas de prohibición estarían impactando no solo las garantías individuales de cada persona sino las de cada comercio. Según establece la Constitución, un ajuste de este tipo tiene reserva de ley, es decir, requeriría el aval de la Asamblea Legislativa.
“Cualquier limitación a las libertades individuales debe ser materia de reserva de ley. Si a usted le van a impedir ingresar a muchos lugares a pesar de que no sean “esenciales”; es una limitación que debería establecerse por medio de una legislación”, explicó el abogado Adalid Medrano.
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Agregó que la existencia de una ley blindaría las iniciativas, trayendo seguridad jurídica. Además dejaría claras las circunstancias epidemiológicas para que los negocios sepan cuando pueden operar o esperar más limitaciones.
El abogado constitucionalista Fabián Volio argumentó que aunque haya claridad en la viabilidad de la vacunación obligatoria, imponer órdenes de ese talante se escapa de las potestades del Ejecutivo.
“El ingreso o no a un establecimiento yo no lo llevaría hasta ahí como parte de la obligación de vacunarse; sino más bien como una potestad del propietario, de decidir quien entra, quien no entra y en que condiciones entra a su establecimiento”, advierte.
¿Quién exige los datos?
Medrano, especialista en Derecho Informático y Ciberseguridad, detalla además que el tema de la vacunación debe analizarse desde el punto de vista de los datos personales.
En primer lugar destaca que la inoculación forma parte de los datos sensibles. Aunque la nueva plataforma de códigos estaría protegiendo información clave de las inyecciones, la mera tenencia del código ya dejaría claro quien está vacunado y quien no.
“Desde la perspectiva de la Ley de Protección de Datos no podría aplicarse esta normativa sin dejar de lado que sí representa limitaciones a las libertades de tránsito; a la propiedad privada de quienes tienen comercios y se ve limitado esta posibilidad”, declaró.
Como parte de tal naturaleza, el jurista explica que sí podría ser un dato que podría exigirle el personal de salud a los ciudadanos. Las dudas surgen en ese punto pues los códigos QR estarían siendo revisados por empleados particulares de negocios privados.
“En la práctica se podría tener a una persona realizando estas funciones; siempre y cuando se pueda conservar el secreto funcional y que pueda haber un consentimiento libre. La gran pregunta es, ¿se puede dar un consentimiento libre sobre el tratamiento de sus datos de salud en la puerta de un local?. No hay opción, se da o no entra”, cuestionó Medrano.
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Otros aspectos analizados fueron la poca confidencialidad de los controles y el impacto sociopolítico de la medida.
De este último aspecto, retoma importancia la necesidad de regulaciones más claras. Las naciones europeas que implementan la política han blindado así posibles discriminaciones y contemplado otras opciones para quienes rechacen la vacunación, como la realización de pruebas de covid-19 cada 2 o 3 días.
De ello destacó además los cuidados a tener para que el tema no se convierta en un polarizador de las elecciones venideras.
Finalmente, advirtió que hay portillos que están quedando abiertos para nuevos reclamos legales. Uno clave sería el tema de la salud mental, el cual podría ser reclamado por quienes alegan afectación al quedar fuera de las actividades lúdicas a falta del QR.
Enmendar el error de los anteriores QR
Según el criterio de los expertos, los códigos QR emitidos inicialmente y que las autoridades prometen sustituir en estos días tienen varios errores.
En la actualidad, cualquier persona tendría acceso a los datos sobre las marcas y fechas en que otra fue vacunada. Incluso podría llegarse a saber si alguien se vacunó fuera del país.
Con la implementación del sistema de la Unión Europea se espera enmendar la situación.
Los nuevos diseños permitirían verificar la protección sin dar detalles adicionales.
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Tanto los abogados como expertos en informática y tecnología mostraron sus expectativas al respecto.
“Tiene mayor robustez de seguridad, el estándar las reglas de validación es más fuerte y preciso. La tecnología per se como código viene bastante robustecido”, explicó Alonso Ramírez, experto Ciberseguridad del Colegio de Profesionales en Informática y Computación.
Él agregó que el reto ahora estará en prevenir la falsificación de códigos y prevenir estafas conocidas como “phishing”.
Nueva normalidad de bioseguridad
Finalmente el experto informático Tomás de Camino destacó cómo los controles de vacunación llegaron para quedarse, lo que obligará a una mejor gestión por parte de autoridades.
“Estamos en una nueva era donde así como nos chequean para armas por ataques terroristas en un aeropuerto y que a nosotros no nos molesta que nos revisen, la bioseguridad se va a transformar en algo similar; donde se nos va a chequear si estamos vacunados contra cierto tipo de epidemias por si aparece otro tipo de epidemias”, consideró.
Ante ello, lamentó los vacíos informativos que han rodeado la implementación de los QR y las dudas que ello conllevó. Además, señaló los problemas para emitir las certificaciones aún en tiempos de avance tecnológico.
“El proceso digital era extremadamente burocrático y eso generaba muchos problemas. No podía ser que utilicemos lo digital pero para hacer la misma burocracia de papel pero en digital”, señaló.
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Con el nuevo escenario, resaltó que se podría comparar con un pasaporte oficial. Su lectura mediante sistemas más controlados evitaría el rastreo y prevendría la difusión de datos al poder prescindirse la conexión a internet o bases de datos.
“El beneficio colectivo de saber que si yo entro a un lugar y mucha gente está vacunada o todos están vacunados en realidad es un nivel de seguridad muy alto”, puntualizó.
