Salud

Odontóloga de la UCR identifica en Costa Rica 22 especies bacterianas en caries dentales infantiles

La doctora Tenorio de la UCR analizó las bacterias provenientes de niñas y niños entre los cuatro y los ocho años de edad de diferentes zonas del país. Ella aisló un total de 60 cepas.

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Odontóloga de la UCR identifica en Costa Rica 22 especies bacterianas en caries dentales infantiles
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Keysy Leonela Tenorio, estudiante de la maestría de la Especialidad de Odontopediatría de la Universidad de Costa Rica (UCR), identificó , por primera vez en el país, 22 especies bacterianas en las caries dentales de pacientes pediátricos costarricenses.

Así se registra en su trabajo final de investigación concluido este 2023. La asesoría estuvo a cargo de Natalia Gutiérrez y Tatiana Ramírez, ambas de la Facultad de Odontología, y Pamela Altamirano, de la Facultad de Microbiología de la UCR.

De acuerdo con Ramírez, los resultados de Tenorio son pioneros en su tipo a nivel nacional y llenan un vacío importante que ha estado presente en Costa Rica por mucho tiempo.

Si bien el ámbito nacional e internacional se han realizado varias investigaciones sobre el tipo de microorganismos alojados en las caries dentales, la mayoría de esos estudios se ha enfocado en personas adultas. Los pocos análisis existentes en niñas y niños, en la mayoría de las ocasiones, se centraban en una única bacteria.

“Los microorganismos de la cavidad oral varían por zona geográfica y, hasta el momento, no contábamos con información sobre la microbiota oral en las caries dentales de niños en Costa Rica.

“Tenemos mucha información de lo que hay en otras latitudes, pero no de lo que tenemos aquí. Keisy se apuntó a hacer la investigación con muchísima dedicación y esfuerzo. Los resultados obtenidos de algunas bacterias coinciden con reportes de otros países, pero otras nunca habían sido reportadas antes”, contextualizó Ramírez.

La doctora Keysy Leonela Tenorio es la responsable del hallazgo sobre las bacterias en las caries infantiles (Cortesía).

El hallazgo pionero

Tenorio analizó las bacterias provenientes de niñas y niños entre los cuatro y los ocho años de edad de diferentes zonas del país. Ella aisló un total de 60 cepas.

De estas 22 fueron identificadas y cuatro se posicionaron como las de mayor presencia en las muestras analizadas. Algunas de esas bacterias eran esperadas.

Otras, en cambio, resultaron inesperadas para la especialista, porque en el mundo de la ciencia jamás habían sido reportadas hasta ahora y de manera conjunta en este mismo ámbito investigativo.

Como resultado, las primeras dos bacterias halladas, y esperadas de encontrar por ser altamente reportadas, fueron la Staphylococcus epidermidis y laStreptococcus mutans. Se trata de microorganismos con el potencial de incentivar las caries dentales.

En el grupo de los inesperados, cuyo hallazgo sorprendió a las investigadoras costarricenses por ser patógenos vagamente mencionados en caries, estaban las bacterias Pasteurella ppneumotropic, llamada también Mannheimia haemolytica y la Pantoea spp.

¿Poseen estos cuatro patógenos algo en común?

La respuesta es sí. Como si se tratara de un equipo de fútbol, esos cuatro patógenos poseen la gran habilidad de trabajar en equipo y exacerbar la destrucción del tejido dental. Pero también de dañar las encías y hasta las estructuras de soporte como el hueso, explicó Tenorio.

“En la literatura científica estas cuatro bacterias han sido mencionadas de manera separada. Esto es algo muy importante de traer a colación porque la microbiota (grupo de microorganismos) que es parte de cada ser humano, muchas veces está caracterizada por el lugar en donde se encuentran estas personas.

“En este caso, vemos que solo dos bacterias en específico se habían caracterizado en niños y niñas de poblaciones infantiles extranjeras. Esto a pesar de encontrar similitudes con otras investigaciones realizadas en otras poblaciones.

“Estas son la Streptococcus mutans y la Staphylococcus epidermidis, las demás las identificamos en pacientes pediátricos por primera vez en Costa Rica”, ahondó la odontóloga.

Además de encontrar las bacterias inesperadas Pasteurella ppneumotropic y Pantoea spp, la odontóloga también halló otros patógenos. Aunque estaban presentes en menor frecuencia, no deberían estar en la cavidad oral de los niños y niñas, explica el estudio.

En este caso son la Enterococcus faecalis, la Rothia mucilaginosa y la Sphingomonas paucimobilli.

Tenorio analizó las bacterias provenientes de niñas y niños entre los cuatro y los ocho años de edad de diferentes zonas del país. Ella aisló un total de 60 cepas (Cortesía).

Detalle de cada bacteria

La E. faecalis, por ejemplo, es una bacteria fecal que puede encontrarse transitoriamente en la cavidad oral y lesiones de tejidos blandos. Esto “principalmente en poblaciones expuestas a ambientes hospitalarios o con infecciones nosocomiales”, cita el estudio.

En cuanto a la R. mucilaginosa, esta suele alojarse en el sistema respiratorio superior. La Pantoea spp, por su parte, es una bacteria frecuente en plantas, frutas y vegetales, no tanto a nivel oral y la S. paucimobilli tiende a ubicarse en medios acuosos, muy rara de encontrar en humanos. “Su subsistencia se relaciona con infecciones y fiebres en pacientes pediátricos”, indica el texto de la tesis.

Finalmente, la P. pneumotropica es un patógeno oportunista que se encuentra presente en la cavidad oral de roedores, perros y gatos.

¿Cómo llegaron a la boca de un niño?

“No sabemos. A primera entrada se podría pensar que la muestra se contaminó, pero no. Son bacterias que sí podrían estar participando en el proceso carioso y el hecho de que no sean reportadas puede ser por una dieta diferente a nivel nacional.

“O, bien, que el tipo de niño que se atiende en la Clínica de Odontopediatría de la UCR posee bacterias que normalmente no se reportan en otros estudios similares.

“Lo importante aquí es que ya tenemos un primer acercamiento y vamos a guardar las bacterias aisladas para más estudios y complementar esas interrogantes”, complementó Ramírez.

Actualmente, la UCR trabaja en una investigación a partir de las bacterias identificadas para conocer cómo se enlazan con otros patógenos y sus componentes.

De igual forma, se desea saber con más detalle por qué esas bacterias llegaron a la boca de las personas menores de edad. Y ya sea por cuestiones de genética, de alimentación o por un mal aseo de los alimentos.

Según Tenorio y Ramírez, lo anterior es imprescindible en la generación de nuevas estrategias preventivas, un aspecto de gran relevancia en la odontología. Una posibilidad, por citar un ejemplo, sería el uso de probióticos que, al combinarse con las bacterias, sirvan de escudo ante las caries dentales.