Allan Arroyo
De enero a marzo de este año, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) atendió 413 denuncias de mujeres reportadas como desaparecidas. En la mayoría de los casos, las personas son localizadas con vida y en esas situaciones mediaron razones familiares.
Las autoridades judiciales compartieron las cifras y aclararon dudas sobre los procesos que se siguen en este tipo de casos, desde el momento en que se reciben las alertas o denuncias.
La información surge en el contexto de al menos dos recientes casos mediáticos en Costa Rica. Uno de ellos es el asesinato de Kimberly Araya, de 33 años y madre de 3 niños. Su cuerpo fue hallado el viernes en las cercanías de la ruta 32.
La vecina de Heredia estuvo una semana desaparecida. El sospechoso de darle muerte es su propio esposo, quien descuenta un año de prisión preventiva.
Otro de los casos que maneja la policía es la desaparición de Nancy Chacón, de 35 años y también madre de tres hijos. Ella desapareció desde hace más de un mes (24 de marzo) en La Fortuna de San Carlos.
Las autoridades defienden que las diligencias de búsqueda se mantienen y aclaran que los casos no son comparables. Cada uno tiene su propio contexto y complejidad, dicen en el OIJ.
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Las cifras
En 2023, las autoridades reportaron 1.856 desapariciones de mujeres, de las cuales 1.490 fueron de menores y 366 de mayores de edad. El promedio de casos por mes se mantuvo constante.
Para el actual periodo, esta es la información disponible:
En los primeros tres meses del año, la distribución de las denuncias por desapariciones de mujeres, según la provincia, es la siguiente:
- San José: 163
- Alajuela: 77
- Puntarenas: 41
- Heredia: 35
- Limón: 34
- Guanacaste: 32
- Cartago: 31
A familiares con cautela
El director del OIJ, Randall Zúñiga, explicó que en la gran mayoría de los casos (no solo de mujeres sino desapariciones en general) las razones del alejamiento son elementos familiares, de amistades o laborales.
Por este motivo, existen restricciones sobre la información que se comparte a los círculos más cercanos de las personas desaparecidas.
"Siempre va a haber un elemento denominador común sobre la persona desaparecida: que hay un antecedente familiar, vecinal, laboral o de amistad que hace que se genere esta ausencia, entonces por eso, no le puede (la policía) estar transmitiendo o informando a la familia todas las acciones que están realizando", explicó.
Así, las autoridades tratan de aclarar la sensación de algunos allegados de que el OIJ no está prestando toda la atención a la ausencia de su familiar.
Además, hay acciones que se deben tomar según el tiempo transcurrido desde el momento de la denuncia.
"Existe un protocolo que se utiliza y que nos permite en las primeras 24 horas hacer diferentes acciones que nos permitan realizar o tener una línea de investigación bastante apropiada en estos casos", agregó el jerarca. Otras acciones se aplican transcurridas las 72 horas desde el último reporte de la persona.
Las autoridades piden a los familiares que al poner una denuncia puedan aportar al OIJ "una fotografía de la persona que se reporta como desaparecida, ojalá reciente, de frente y que tenga el último peinado o el último corte de cabello".
No hay red
El jefe policial fue enfático en rechazar la posibilidad de que en Costa Rica opere alguna red dedicada a la desaparición "sistemática u organizada" de mujeres o menores de edad, para fines de índole sexual u otros delitos como extracción y venta de órganos.
"Eso hasta la fecha no lo hemos encontrado", resaltó.
El OIJ señala que la mayoría de casos en el país se relaciona a desavenencias familiares por las cuales la persona se va de la casa y luego es localizada en otro lugar.
También hay casos de personas fallecidas y al momento de interponer la denuncia se confirma su deceso. Hay casos en los cuales sus allegados tardan algún tiempo en comprobar su ausencia.
Reforma de ley
Zúñiga considera importante una reforma de ley que permita agilizar las investigaciones de desapariciones.
Al no ser delito, el director del OIJ cuenta que no se pueden aplicar técnicas que permitan resolver los casos con una mayor prontitud, como sucede con otras investigaciones.
"Por ejemplo, a veces una intervención telefónica es casi que imposible ya que no existen delitos", dijo.
En caso de que haya fallecimiento, las autoridades deben comprobar si se trata de un homicidio calificado y es hasta ese momento en el que se pueden ejercer algunas acciones adicionales en el proceso de investigación.
"Para nosotros es importante que exista un marco regulatorio en el tema de las desapariciones que nos permite tener ese músculo para poder investigarlas, esa es una deficiencia bastante importante", amplió Randall Zúñiga, director de OIJ.
