Costa Rica no logró mejorar su desempeño en el “Estado Global de la Democracia”, publicado cada año por el Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA).
En la edición 2021, publicada este lunes, el país se mantiene en la categoría de “democracia en desempeño medio”, con tendencia a estancarse en dicho nivel.
IDEA describe el estado actual como una “erosión democrática”. Para ello analizó el desempeño de temas como representatividad, controles que ejerce el Gobierno y derechos fundamentales, siendo este último punto el que más afectó al país.
“El declive del indicador de libertades civiles registrado en Costa Rica se debe principalmente a las restricciones que afectaron a la libertad de movimiento durante la pandemia”, señala el documento.
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Otro factor que afectó la calificación internacional fue la actitud del Gobierno hacia la Asamblea Legislativa.
“Debido a los altos niveles de polarización política, también se produjeron enfrentamientos entre los Poderes Ejecutivos y los Legislativos en los casos en que los primeros solicitaron extender el alcance de los estados de emergencia o aprobar financiamiento internacional para otorgar ayudas económicas vinculadas con la pandemia”, indica el informe.
Costa Rica figura en ese segmento junto a gobiernos como el de Nayib Bukele en El Salvador o Sebastián Piñera en Chile.
Finalmente, IDEA fustigó también el uso de la fuerza policial ante la protesta social.
“Durante la pandemia se registraron diversas modalidades de represión violenta de las manifestaciones que tuvieron lugar en Chile, Colombia, Costa Rica y Perú, entre otros países”, indica el texto.
Lo que hizo bien Costa Rica
Pese a la dura evaluación, Costa Rica sigue destacando en algunos factores del informe, sobre todo en los que se cosechan esfuerzos de años anteriores.
El primero de ellos es la seguridad jurídica, permitiendo que aún se tenga una “aplicación predecible de la ley”.
A ello se suma la participación política de las mujeres.
Por un lado se destaca que se ha llegado a contar con gabinetes paritarios -logro compartido con países como Argentina, Bolivia, Colombia y Nicaragua-. Por el otro, que se tiene el Congreso con mayor participación femenina en la historia.
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Finalmente se destaca que, junto a Uruguay, son los dos únicos países que en el último quinquenio reportaron mejoras en derechos sociales e igualdad.
La distancia con Uruguay, eso sí, es profunda. La nación sudamericana aparece como la única de la región que cumple los estándares de ser una “democracia de desempeño alto”.
Una región que ya venía mal
Como lo han hecho otros estudios y rankings, IDEA destaca en su evaluación que la pandemia solo vino a agravar una situación que ya venía crítica en América Latina.
Una crisis de gobernabilidad, avances del autoritarismo y zonas completas con ausencia del Estado son parte del diagnóstico.
“América Latina y el Caribe ha sido una de las regiones más golpeadas por la pandemia, que ha causado efectos humanos y socioeconómicos devastadores. Esta yuxtaposición de crisis —de salud pública, económica, social e institucional— agravó la crisis de gobernabilidad democrática presente en la región con anterioridad a la pandemia y puso en riesgo la estabilidad política. Además, la crisis de gobernabilidad fue alimentada en los últimos
años por un proceso creciente de fragmentación y polarización políticas”, señaló la presentación.
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