A un mes de haberle presentado al Gobierno un documento denominado “Desde la otra acera”, con una serie de propuestas para el manejo de la crisis económica producida por la pandemia de COVID-19, los grupos sindicales insisten en su validez y piden su valoración.
El llamado Encuentro Social Multisectorial realizó el planteamiento, que incluye:
- impuesto a bebidas alcohólicas: cobro de ¢0,25 por cada mililitro de cerveza y de ¢0,30 para otros licores
- impuesto a la riqueza, salarios y pensiones de lujo: incluye un plan de aumentos temporales de 6% para grandes contribuyentes, 2% para grandes empresas territoriales y 5% para trabajadores independientes que ganen más de ¢3 millones al mes; además proponen gravar altos salarios y patrimonios mayores a ¢95 millones
- impuesto a zonas francas: sin hablar de montos específicos se pide gravar empresas en este régimen, como ejemplo se cita a Irlanda y Nueva Zelanda donde la tasa roza el 9%
- impuesto a grandes transacciones: inclusión de impuesto a transferencias superiores a los $30.000
- finanzas públicas: desaplicar regla fiscal, usar los recursos destinados al ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en atención de la emergencia, aplicar renta global y levantar el secreto bancario
- medidas adicionales: intervenir precios de medicamentos, moratoria de servicios públicos para quienes perdieron sus ingresos, bajar deuda política, postergar pago de intereses de deuda y uso de reservas monetarias internacionales
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Según el documento, el plan recaudaría más de un ¢1 billón que deberían ir a un fondo de ayudas sociales.
“Nosotros creemos que la propuesta sigue teniendo validez porque las cuestiones económicas y sociales derivadas de la pandemia se van a volver a más críticas”, indicó el dirigente Albino Vargas.
Vargas criticó al Poder Ejecutivo pues según indicó “ni siquiera han tenido la cortesía de acuse de recibo”.
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Medidas dosificadas y dudas
La propuesta sindical se suma a otros proyectos planteados por los sectores productivos y académicos, ante la prolongación de respuestas por parte de Casa Presidencial.
Originalmente se había prometido anunciar el plan de reconstrucción económica en el discurso presidencial del 4 de mayo. Pero finalmente el paquete se dio a conocer cinco días después.
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Como solución, el Poder Ejecutivo presentó un plan que recogía iniciativas de infraestructura ya existentes y otras ideas como cambios en trámites o atracción de inversiones.
Según se dijo durante la exposición, medidas de reforma estatal y similares se comunicarán más adelante.
En todo momento han estado presentes las dudas sobre el incremento de impuestos o creación de tributos temporales que permanecen como opción. La semana pasada, la ministra de Planificación, Pilar Garrido afirmó que no seguirían el camino de más impuestos.
Ayer, el presidente Alvarado descartó un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), aunque no cerró la puerta a un “impuesto solidario”.
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