Hermes Solano
Las muertes violentas por homicidios en Costa Rica siguen estando a la orden del día, y dejan en claro que es una epidemia difícil de controlar.
La semana pasada un hombre fue atacado cuando viajaba en su vehículo en el sector de Pavas.
Y otro cuando se encontraba en su local comercial en Oreamuno de Cartago. Ambos murieron a raíz de los disparos recibidos.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), hasta el 4 de octubre se habían presentado 425 asesinatos en este 2021.
Ese número supera a los que se presentaron, hasta la misma fecha, en el 2019 y 2020. Mientras que en el 2019 se registraron 415 homicidios al 4 de octubre, un año después ocurrieron 417.
Quiere decir que en este 2021 se han presentado 10 asesinatos más que hace dos años y 8 más que el anterior.
El promedio de homicidios mensual es de casi 48, si se toman en cuenta los nueve meses completos y los primeros 4 días de octubre.
En el 2019 el país cerró con la cifra de 563 muertes por homicidio, número que creció para el 2020, cuando se presentaron un total de 571.
Las cifras fueron más bajas que en 2018, cuando los asesinatos cerraron en 585.
Por provincia
Puntarenas y específicamente el cantón central han sido los lugares donde los homicidios se han disparado en comparación con años anteriores.
Desde que comenzó el año, el OIJ ha puesto especial atención a los distritos de Barranca y Chacarita. Ambos sectores se convirtieron en zonas complicadas, principalmente por el auge de la venta de drogas.
En toda la provincia se han dado más de 80 homicidios en el año, 43 de ellos, poco más de 50%, en el cantón central.
Esos números superan los asesinatos presentados en tres provincias: Guanacaste, Heredia y Cartago.
San José y Limón son, en ese orden y superando a Puntarenas, los lugares donde más se han dado muertes violentas por arma de fuego, arma blanca y otras.
