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Esteban Mata para El Observador/
La rendición de cuentas del presidente de la República, Carlos Alvarado, aceptó que el plan fiscal concentró la mayoría de los esfuerzos de su gestión, lo que impidió avances en reactivación económica y generación de empleo, dos de los principales problemas que acepta, serán la tónica del segundo año de gobierno.
Con una cifra histórica de desempleo del 12% según la Encuesta continua de empleo (ENE), del tercer trimestre del 2019, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Alvarado tuvo que aceptar que en esta materia su gobierno sigue en deuda, y anunció tiempos difíciles.
“Los 12 meses que tenemos por delante tampoco serán fáciles. Experimentaremos la puesta en práctica de las medidas fiscales que adoptamos y como país tenemos aún retos grandes y dificultades que atender”, aseguró.
Alvarado aceptó que el desempleo es “el principal problema que como país afrontamos”.
“Las desigualdades que generan el desempleo, el subempleo y la informalidad se reflejan entre hombres y mujeres, en las personas jóvenes, personas con discapacidad o de distinta etnia y también tiene una dimensión territorial, pues hay regiones que lo sufren más. Este problema es estructural, y tiene tres características”, apuntó.
En esta línea, Alvarado achacó las causas del desempleo a la falta de preparación académica: “datos muestran que una persona trabajadora con al menos la secundaria completa gana 2,5 veces más que una persona trabajadora sin esa calificación. Poniéndolo en contexto: nuestra fuerza de trabajo tiene poco más de dos millones de personas trabajadoras; el 60%, es decir 6 de cada 10, no tiene la secundaria completa”.
Sin embargo, el mandatario obvió señalar que apenas un mes atrás el Consejo Nacional de Préstamos para la Educación (Conape) cerró las carteras de créditos para 36 carreras profesionales, debido a las altas tasas de desempleo entre sus profesionales.
En esa oportunidad, el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Henning Jensen, apuntó que el cierre de créditos “refleja una contracción del mercado laboral”.
Asimismo, Alvarado apuntó que los motores actuales de la economía como “el sector financiero, seguros y telecomunicaciones, y la inversión extranjera” que es el que “crece más y demanda mano de obra calificada”, genera “relativamente poco empleo”.
En contraste, señaló Alvarado, el mercado interno representa la mayor parte de la fuerza de trabajo, requiere mano de obra menos calificada y paga salarios bajos, con un débil apoyo institucional.
“Por ejemplo, el comercio y el sector agropecuario concentran el 40% de todo el empleo y a la vez tienen los menores niveles de productividad”, dijo.
¿Y los logros?
Sin embargo, el Presidente no pudo señalar resultados positivos en la generación de empleo, más allá de la renovación de promesas de campañas dirigidas a una regionalización de los focos de trabajo, de la mano con una mayor inversión en infraestructura que en este caso, sí podría apuntarse como un punto alto del gobierno.
Además, Alvarado aceptó que en Costa Rica “el crédito es muy caro o del todo inaccesible para quienes quieren producir, y quienes más lo necesitan para emprender son quienes menos acceso tienen”.
Aún así, más allá de planeamientos y medidas parciales, Alvarado no pudo presentar a los diputados resultados tangibles que cambien esta realidad.
“Que estas sean dificultades estructurales no es una excusa. Lo que significa es que debemos hacer cambios en varios frentes para revertir esta situación”, dijo.
Fue en este punto donde dirigió sus baterías a las promesas que poco más de un año atrás hizo siendo candidato presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC), y transcribimos:
• Una mejora decidida de la educación, la capacitación y la inclusión social
• El impulso productivo para el crecimiento y el empleo con énfasis en los sectores intensivos en puestos de trabajo
• Mejora al acceso al crédito y eficiencia de la institucionalidad pública para los sectores productivos.
Tiempos difíciles y acciones
“No han sido 12 meses fáciles”, dijo Alvarado poco después del inicio de su mensaje de poco más de hora y media frente a los diputados, magistrados, miembros del consejo de gobierno, cuerpo diplomático y de la Iglesia Católica.
Con tono pausado y sin mucho que mostrar y bastante por prometer, el mandatario habló de los avances en infraestructura y política fiscal como sus principales logros.
No obstante, usó el escenario para adelantar que vienen tiempos duros para la economía de la ciudadanía, sobre todo por la entrada en vigor de lleno del plan fiscal aprobado durante su primer año de gobierno.
“Me correspondió gobernar en tiempos donde presidir con responsabilidad obliga a resolver, no a complacer”, agregó.
Asimismo, aceptó que la lucha contra la pobreza se verá obstaculizada con la situación económica que se avecina.
El presidente agradeció el apoyo de los diputados en las iniciativas fiscales impulsadas desde Casa Presidencial y reiteró la necesidad de más créditos para la reactivación económica.
Entre lo que sí planteó como logros, fue la disminución de los índices de la criminalidad, gracias a la optimización de recursos a través de consejos especializados y de la aplicación de megaoperativos en el país.
“Costa Rica logró bajar la tasa en 2018 con relación al año 2017. La reducción que inició en junio anterior nos llevó a cerrar el año 2018 con una tasa de homicidios de 11,7 por cada 100.000 habitantes, frente a 12,1 en el año anterior, quebrando una tendencia al alza que venía desde el año 2014. En el presente año continúa la tendencia a la baja, al 29 de abril tenemos 44 homicidios menos que en el mismo periodo del año anterior”, apuntó.
Medidas para apoyo empresarial
El mandatario trató de matizar su discurso apuntando medidas en marcha y por ejecutar dirigidas al apoyo de la reactivación económica y el apoyo a la generación de empresas.
En esta línea, recalcó que el Gobierno promueve una serie de ajustes en el acceso al crédito para microempresas y emprendedores de todo tipo.
Aseguró que trabajan con resultados positivos, aunque aún insuficientes, en materia de tramitología.
A esto sumó la necesidad de que los diputados aprueben los proyectos de ley dirigidos a la implementación del teletrabajo y la educación dual.
Finalmente, el presidente recalcó que el desarrollo del país se debe dar de forma regional, y no centralizada, de manera que anunció la división territorial de las zonas del país dirigidas al desarrollo, con personeros del gobierno encargados de cada una de ellas.
En este apartado, resaltó, de nuevo, la delegación de responsabilidades a la primera dama de la República, su esposa, Claudia Dobles, quien se encargaría de la verificación e impulso a la región Chorotega.
La supervisión de la Región Huetar Caribe queda en manos del vicepresidente Marvin Rodríguez, mientras que Epsy Campbell estará a cargo del seguimiento a la Región Huetar Norte.
La ministra de Economía, Victoria Hernández, será la responsable de la Región Brunca y el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, estará al frente de la zona del Pacífico Central.
Ahora, los diputados se dedicarán a analizar el discurso de Alvarado durante las próximas dos sesiones legislativas, como parte de las tradicionales labores del control político, por lo que la discusión de los duros presagios de Alvarado, seguirán en la agenda legislativa.
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