Juan Pablo Arias
En los últimos cinco años el crecimiento real de la economía costarricense ha sido de un 18%, mientras el empleo ha crecido solo un 4%. Durante este periodo se crearon 88.000 nuevos puestos de trabajo, pero el desempleo también creció y llegó a 276.000 personas.
Este es el resultado de cruzar los datos de producción registrados en las Cuentas Nacionales, que recopila el Banco Central de Costa Rica y las cifras de la última Encuesta Continua de Empleo, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
¿Qué sectores generaron la mayor cantidad de puestos de trabajo a lo largo del quinquenio? La respuesta es que algunos de los que se han mostrado más golpeados en su actividad económica en el último año.
A lo largo del último quinquenio 61.000 nuevas plazas fueron creadas en el sector agricultura, lo que representa un crecimiento acumulado de un 28% en empleo, pero solo un 4% en producción incremental.
La industria (manufactura) fue el segundo sector que originó más plazas, con 56.000 nuevas. Esto significó un incremento del 31% en el empleo, pero solo un 12% en producción.
Y el tercer generador de empleo fue el turismo con 23.000 plazas, que equivale a un crecimiento del 20% en el empleo, pero solo 16% de aumento en producción.
De acuerdo con el economista Gerardo Corrales, quien ha estudiado el comportamiento de ambas variables (producción y empleo), el cuarto sector mas dinámico en la generación de oportunidades de trabajo fue el de infocomunicaciones con 20.000 plazas, cifra que representa un crecimiento del 95%, debido a la relativamente recién apertura de dicho sector. El aumento en su valor agregado a la producción fue de un 36%
Destrucción de empleos
En la acera de enfrente están los sectores que han pasado por una mala racha y han debido ajustar su operación para seguir creciendo, aunque esto implique el recorte de plazas.
“El número uno en destrucción de puestos fue Comercio, con 82.000 puestos de trabajo menos en 5 años, una caída del 19%”, comentó Corrales, quien resaltó que, pese al recorte, el sector marcó un aumento del valor agregado de un 13%.
El segundo sector en caída de empleo fue Enseñanza y Salud, con una reducción de 23.000 plazas (un 10% de caída), pero su valor agregado creció un 18%.
Estos dos sectores figuran entre los más importantes del país, junto al industrial y los servicios. En conjunto, los cuatro generan la mitad de la producción costarricense.
Por último, el tercer sector con caída en empleo fue Electricidad y Agua, con 9.000 plazas menos (una disminución de 28%), pero su valor agregado subió un 12%.
Causas del fenómeno
El fenómeno de crecimiento en la producción, sin emparejamiento en el empleo se debe a causas estructurales en el modelo de desarrollo del país.
Según datos del vigesimocuarto informe Estado de la Nación, el estilo de desarrollo centrado en la promoción de exportaciones y la atracción de inversión extranjera directa (IED), que se implantó en la década de los noventa, fue acompañado por una sólida plataforma institucional, pero no consideró el fortalecimiento de las entidades dedicadas al mercado interno, ni políticas para mejorar la productividad y la calificación de la mano de obra.
Esto generó una dualidad en la economía. Por una parte, está el sector ligado al mercado externo y la IED, que demanda mano de obra calificada, pero genera poco empleo, ofrece remuneraciones altas y cuenta con una institucionalidad consolidada. Por otra parte, el resto de la oferta productiva, que absorbe la mayor parte de la fuerza de trabajo, está enfocada principalmente en el mercado interno, requiere mano de obra poco calificada, paga bajas remuneraciones y tiene un apoyo institucional débil. Esta problemática incide en la desigualdad de ingresos.
De acuerdo con el Estado de la Nación, la dualidad es clara cuando se analizan la productividad y el empleo según ramas de actividad. El comercio, el agro y otros segmentos concentran más del 40% del empleo y tienen los niveles de productividad más bajos, mientras que sectores más dinámicos, como las actividades financieras y de seguros, tienen altos niveles de productividad, pero absorben una pequeña parte de la mano de obra. Esto evidencia la heterogeneidad de la economía, es decir, la existencia de brechas en la estructura productiva y en la generación de puestos de trabajo
Otra de las limitaciones de la economía es la baja capacidad de generar encadenamientos productivos. Un análisis del vigesimotercer informe Estado de la Nación, determinó que los sectores con mayores encadenamientos representan solo el 22% de la producción, el 32% del empleo, y tienen los menores niveles de productividad.
En cambio, las actividades que tienen bajos encadenamientos hacia adelante y hacia atrás (independientes) son las que concentran la mayor parte del empleo (35%) y la producción (38%), y exhiben un nivel de productividad medio.
Por su parte, los segmentos impulsores, que son fuertes demandantes de insumos, aportan el 19% de la producción y el 18% del empleo, pero su productividad promedio por trabajador es relativamente baja.
Estos resultados mostrarían la importancia de desarrollar políticas publicas que consideren las dificultades estructurales de la economía y las necesidades específicas de cada sector, dado que un programa que impulse los encadenamientos no necesariamente generará mejoras en el empleo y la productividad.
La semana pasada, los empresarios agrupados en la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Privado (Uccaep) hicieron un llamado al Gobierno para que tome acciones que les facilite la reactivación de sus negocios.
Entre estas acciones mencionaron: reducción del costo del crédito, facilidades para la contratación de personal, reducción de trámites, lucha contra el contrabando y mejor infraestructura, entre otros.
