Katherine Ulate A.
Los alimentos que se venden en la calle, los tipos artesanales y comida rápida, son una fuente significativa de sal en la dieta de la población costarricense.
El enunciado se desprende del estudio elaborado por el Laboratorio de Tecnología Nutricional de la Unidad de Salud y Nutrición del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
Dicho examen indicó que el 86% de los alimentos callejeros y el 50% de las comidas rápidas contenían entre 140 y 480 miligramos de sodio. Es decir, un alto contenido de sodio por cada porción de enyucados de queso, empanadas de carne y pupusas, así como pollo frito, nachos mixtos y hamburguesas con queso.
“Ya habíamos visto que el costarricense venía subiendo su contenido de sodio. Había pasado de 7 a 9, y ahora vamos por 11 gramos de sal por día por persona”, indicó Marielos Campos, co-investigadora principal del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
En cuanto a los productos artesanales, como pan salado con queso, tortillas con queso y pan dulce relleno, el 57% de los productos también registraron un alto contenido de sal.
Metodología de estudio
Para elaborar los estudios respectivos, los investigadores acudieron en distintas semanas a los mismos establecimientos de comida a comprar el producto y luego analizarlo en el laboratorio.
Los puntos de venta y locales de los que se recolectó los alimentos, se encuentran en la Gran Área Metropolitana (GAM), principalmente en San José y Cartago durante el 2018
“Nos dimos cuenta que el mismo punto de venta variaba su composición. Asumo que tiene diferentes cocineras o diferente modo de preparación, que no existe una estandarización en la manera de presentación y por eso nos dimos cuenta de la variabilidad”, comentó Campos.
La variabilidad en la cantidad de sal no solo se encontró en un mismo establecimiento si no en aquellos locales que comercian un mismo tipo de producto.
“Queremos ir concientizando a la población (…) ya sea tanto al consumidor como los restaurantes, los de comida rápida y comida artesanal. Debemos de ir pensando en cómo ir reduciendo de una manera sabrosa, sustituyendo la cantidad de sal”, expresó la co-investigadora de Inciensa.
Salud urge de medidas para erradicar consumo
Estos resultados no pasan desapercibidos para el Ministerio de Salud ya que el consumo de sodio o sal está relacionado con enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares, problemas de riñón, retención de líquido y cáncer gástrico.
“Lo que preocupa es que (los alimentos) están más a la libre, porque las preparaciones son muy variadas. No necesariamente un alimento va a tener mejor sabor porque le agrega más sal”, aseguró Cecilia Gamboa, de la secretaría de la Política Nacional de Alimentación y Nutrición (Sepan) del Ministerio de Salud Pública.
Gamboa enfatizó en que no solo debe existir una concientización de la problemática en la sociedad, si no en la necesidad de realizar un trabajo en conjunto con lo restaurantes y entidades relacionadas con restaurantes y ventas de comida.
“Hasta ahora se está haciendo (el estudio) y estamos estudiando para ver qué decisiones se pueden tomar, dónde se ve que realmente es un problema (…) No está la gente sensibilizada de lo que demuestra la diferencia entre agregar un poquito de sal o agregar 5 gramos más y 5 gramos es lo que debe consumir una persona por día”, acotó Gamboa.
Por último, la especialista de Salud explicó que el consumo de sal es un tema cultural que debe erradicarse ya que la “gente no está consciente del daño que se están haciendo”.
Katherine Ulate A.
Mi curiosidad nació en la música, se desarrolló entre palabras y se alimenta de los acontecimientos. Siempre hay algo que decir, algo que escuchar, algo que informar, pero, sobre todo, algo que cuestionar.
