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Aymará, la mujer que perdió un ojo por broma de cumpleaños, no le tiene rencor a la vida y se enfoca en su negocio

Aymará Davis, de 25 años, dice no tenerle rencor a la vida por haber perdido uno de sus ojos en…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Aymará, la mujer que perdió un ojo por broma de cumpleaños, no le tiene rencor a la vida y se enfoca en su negocio
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Aymará Davis, de 25 años, dice no tenerle rencor a la vida por haber perdido uno de sus ojos en una broma de cumpleaños.

Ahora, casi tres semanas después de haber abandonado el hospital México, esta diseñadora gráfica enfoca su tiempo y energía en su emprendimiento.

Se trata de un negocio llamado Mis Monadas que vio la luz en mayo del 2022 y le pertenece a ella y a su hermana Paola.

Es un emprendimiento que está enfocado en la sublimación. Es una técnica de impresión del tipo digital que posibilita decorar múltiples productos con diseños de calidad fotográfica.

También en la empresa hacen arreglos, estampados y hasta elaboración de llaveros.

“Una limitación física no hará que deje de lado mis sueños. Mis metas siguen siendo las mismas desde antes del accidente: el emprendimiento que tengo con mi hermana y seguir estudiando (diseño publicitario)”, expresó Aymará.

El accidente

Esta herediana de verbo fluido y trato dulce -y cuyo nombre refiere a un pueblo indígena de América del Sur- celebró un año más de su natalicio en enero pasado.

Allí estaba ella rodeada de gente cercana que le cantó el tradicional “cumpleaños feliz” cuando, al apagar las velas, alguien empujó su cabeza contra el pastel. Esto pese a que, previamente, pidió que no lo hicieran.

En ese momento -cuenta- sintió como un ardor en su ojo izquierdo. Aymará pensó que se trató de un poco de lustre.

Luego se sentó en el piso con mucho dolor y se desmayó. Su familia entendió que algo malo estaba pasando.

En el hospital México le dieron el diagnóstico: una astilla de madera que estaba dentro del queque le dañó el ojo y lo perdería, pero afortunadamente no hubo daño cerebral como se pensó inicialmente.

“Yo estoy agradecida”

Aymará asegura haberse deprimido y sentido ansiedad en la cama del centro médico, pero decidió entender que estaba viva y que podría seguir adelante.

“Sí, tuve esos momentos de tristeza pero decidí tener amor propio y ganas de salir adelante.

“Yo estoy agradecida con la vida; de hecho, no estoy enojada ni con la vida ni con mis amigos. Yo hablé con ellos y me pidieron perdón y sé que fue un accidente.

“Uno debe verle el lado positivo: estoy en mi casa rodeada de mucho cariño, me chinean mucho, ahora más de la cuenta y están pendientes de todo. Tengo mucha ilusión de seguir adelante con el emprendimiento, con estudiar”, expresó esta vecina de Heredia.

Aymará aprovechó para pedir a la gente que evite hacer la misma broma.

En Internet circulan numerosos videos de quienes terminan con la cara o toda la cabeza dentro de un queque, sin mediar en las consecuencias que pueda tener.