Marco Marín
El año pasado, el Banco Central anunció el giro de ¢700.000 millones para que diversas entidades financieras ofrecieran una línea de crédito especial para empresas y personas afectadas por la pandemia.
En diciembre, la institución aprobó que, de ese total, un monto de ¢128.293 millones fuera manejado por el Banco Nacional. Durante el primer cuatrimestre de 2021, la entidad ha colocado un 61,5%.
Así lo informó el gerente general de dicho banco, Bernardo Alfaro, quien agregó que este porcentaje asciende a un total de ¢79.000 millones, distribuidos a lo largo de 1.333 operaciones diferentes.
El portavoz destacó que 760 (57%) de esas transacciones fueron realizadas a microempresas mientras que otras 490 (36,7%) se destinaron a pequeños negocios.
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“El hecho de que un 93% de las operaciones formalizadas ante el impacto del COVID, corresponde a micro y pequeñas empresas, nos enorgullece como organización financiera. Nuestra vocación y propósito están ligados al desarrollo de las Mipymes como motor del desarrollo, de la generación de empleo”, añadió.
Las cifras de estos 1.333 casos son con corte al pasado 12 de abril. No obstante, esto es solo una quinta parte del total de operaciones, identificadas por el banco, que requieren adecuaciones.
Por esta razón, la entidad comenzó a gestionar un monto adicional de ¢40.000 millones, desde finales de febrero.
Operaciones diferidas
El pasado 3 de setiembre, La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica aprobó la creación de una facilidad especial de crédito por ¢700 mil millones para los bancos e intermediarios financieros regulados por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
“Proveerá a los intermediarios financieros de una fuente de financiamiento en moneda nacional a mediano plazo y bajo costo, con el fin de que trasladen esos recursos, en condiciones también favorables, a las empresas y hogares afectados por la pandemia”, explicó en ese momento el presidente del BCCR, Rodrigo Cubero.
Dicha facilidad, denominada Operaciones Diferidas a Plazo (ODP), se enfoca en el financiamiento a mediano plazo.
En el caso del Nacional, las condiciones de las tasas de interés se mejoran por cuatro años para ofrecer un mayor respiro.
En los primeros tres, se da un descuento de 2,8 puntos porcentuales, mientras que en el último es de 1,2. Durante el resto del plazo se mantienen las condiciones originales. Además, se elimina toda tasa “piso o techo”.
“De esta forma se obtienen mejoras promedio en la cuota, es decir, se aplica un descuento en la tasa para aliviar la carga financiera y ampliación del plazo, previa negociación con el cliente. Además, este ajuste de tasa genera una reducción en la cuota de mínimo 5.1% y la disminución de cuota promedio será alrededor del 12.5%”, explicó la entidad.
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Atraso
A pesar de que el plan fue anunciado en agosto de 2020, las trabas que enfrentaron los bancos para acceder al crédito retrasaron su implementación.
Al 4 de febrero, solamente ¢117.000 millones habían sido colocados por las diversas entidades financieras. Esto equivale a un 13,8% del total disponible.
Según datos de la entidad central, en diciembre de 2020 se colocó un total de ¢2.041 millones. En enero el monto fue de ¢74.805 millones y para febrero se tienen programados ¢40.564 millones. El resto se habría liberado entre marzo y abril.
Si bien el programa fue anunciado desde setiembre, a octubre del año pasado ningún banco había completado el proceso para acceder a los fondos. Uno de los requisitos señalados por los solicitantes fue la garantía solicitada, informó en su momento la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
Marco Marín
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