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@Popcorn506
Hace ya cuatro años que Cobra Kai irrumpió en nuestras vidas. Era una apuesta de la ya desaparecida YouTube Red, que se sumaba al aluvión de nostalgia ochentera imperante por entonces y que despertó un interés moderado.
Y es que, tras algunas decepciones, como el mismo remake de Karate Kid que protagonizó Jaden Smith con Jackie Chan, no teníamos más remedio que ser prudentes.
Pero la temporada funcionó muy bien, con un bonito equilibrio entre el estilo de series actuales y un tono muy acorde al espíritu de las películas originales.
Con la segunda temporada, la serie consolidó su personalidad, transmitiendo una calidez muy difícil de lograr.
Mientras que la sencillez y la previsibilidad de sus tramas se deslizaban suavemente ante nuestros ojos, consumidos por una adicción que resulta complicada de justificar.
Nuevos personajes, que en el fondo ya eran conocidos, y conflictos que se iban reproduciendo temporada tras temporada, han sido la tónica de todos estos años. Y sigue siendo genial.
No va a resistir demasiado
Como suelen decir, cuando algo funciona, no lo toqués, y puede que esto sea lo que está dirigiendo el devenir de la serie. Aunque, seamos honestos, ya son cinco temporadas y esto no va a resistir demasiado.
Pero vamos a lo que aquí nos convoca en esta ocasión. El conflicto central lo heredamos del año pasado y no es otro que el malo más malvado de la saga: Terry Silver.
Él es quien toma las riendas antagonistas contra el noble LaRusso, su ya amigo Johnny Lawrence y el inefable Chozen, y no nos podemos quejar, porque cumple con las expectativas, llevando hasta el extremo sus perversas intenciones.
También en la parte juvenil de la serie hay conflictos, aunque aquí se van suavizando algunas tornas y pierde un poco de fuerza y presencia, dejándole el grueso de la fuerza a los problemas de los mayores y jugando a pinceladas con la trama de John Kreese en la cárcel.
Los personajes ya no tienen mucho más recorrido, y los arcos suelen ser ida y vuelta, sobre todo después de tantos capítulos. Pero es cierto que, hasta que no se resuelva completamente el gran conflicto que ahora permanece abierto, no sabremos cómo termina. Nos lo podemos imaginar, porque esto no deja de ser una serie poco ambiciosa en este sentido, pero ha sabido mantener hasta cierto punto la incógnita o la tensión. De hecho, estas palabras podríamos haberlas dicho con más razón al término de la cuarta temporada y, honestamente, el final de la tanda que acaba de completarse ha sido un poco más potente de lo que imaginábamos.
Lo bueno es que los personajes que originalmente provocaban el conflicto principal, Johnny y Kreese, tienen todavía potencial para avanzar.
Tienen muchos más conflictos internos que los personajes “nobles” de LaRusso y su familia, y esto da mucho juego a la hora de desarrollar nuevas tramas y sorpresas.
Algo así podría suceder con parte del elenco juvenil, sobre todo en las carnes de Tory y Robby, aunque nos da la sensación de que lo han dado ya todo en esta última.
Muy recomendada
Ahora que la hemos terminado, y ya son cincuenta los capítulos vistos, podemos seguir recomendándola tal y como hacíamos al finalizar las anteriores temporadas. Aquellos que tengan dudas sobre esta, las verán rápidamente resueltas, porque, aunque cueste arrancar un poco más que en las previas, los capítulos siguen siendo lo suficientemente dinámicos como para quedarse viendo uno más, y otro más… En definitiva, lo que sucede siempre con Cobra Kai, con la diferencia de que el finale de esta ocasión es más duro.
Solo nos queda esperar ocho o diez meses, que será probablemente lo que tarden en estrenar la sexta temporada, y ver hacia dónde se dirigen las tornas. Probablemente ya no haya muchos personajes que puedan volver, pero todavía hay alguna historia que merece atención y esto será el gran aliciente. O, al menos, que no pierdan ese tono tan noble y atractivo que llevan imprimiendo hasta ahora.
https://www.youtube.com/watch?v=
https://www.youtube.com/watch?v=PatIeEN93Wc
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