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Comercio formal pide mayor vigilancia fiscal en mercancía que se vende en línea o en algunos outlets y almacenes

Las redes sociales incrementaron un fenómeno que se da hace unos 20 años en Costa Rica y que genera incertidumbre…

Por Josué Alvarado

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Comercio formal pide mayor vigilancia fiscal en mercancía que se vende en línea o en algunos outlets y almacenes
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Las redes sociales incrementaron un fenómeno que se da hace unos 20 años en Costa Rica y que genera incertidumbre entre el comercio formal del país.

Se trata de los envíos “puerta a puerta” que se hacen desde Orlando, Miami, New Jersey y Los Ángeles, en Estados Unidos, hacia Costa Rica.

En territorio estadounidense las personas llenan cajas o contenedores con mercadería de todo tipo. Ingresan al país por zonas sin seguridad de las fronteras, conocidas como puntos ciegos. De esta forma, se evade cualquier tipo de control aduanero o fiscal.

Cuando ya está en Costa Rica la mercadería se vende a través de redes sociales, se coloca en algunos negocios de los llamados ‘outlets’ o grandes almacenes con mercadería de todo tipo, que en algunas ocasiones la ofrecen a precios mucho más bajos que el comercio formal.

Así lo describe la integrante de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) y coordinadora de la Comisión de Aduanas y Logística, Roxána Sosa.

Para ella trata de un acto delictivo que inicia fuera del país y finaliza en territorio nacional.

Artículos reconstruidos o reparados ingresan al país en lotes y posteriormente son vendidos a la población sin información sobre el origen. (Imagen con fines ilustrativos)

“Ni siquiera pasa por los controles” 

En una entrevista con El Observador Sosa explicó que ya han externado su preocupación a las autoridades fiscales.

“Las autoridades se han enfocado en hacer revisiones de las cajas que están llegando a los almacenes (fiscales). Nosotros consideramos que el punto no está ahí, está por aquello que ni siquiera pasa por los controles”, comentó.

Para la directiva de la Cámara de Comercio es inexplicable cómo es que incluso estas ventas se hacen a través de redes sociales donde sería mucho más fácil detectar estas prácticas.

También indicó que algunos comercios podrían estar mezclando dentro de su oferta productos con todos los permisos de importación y otros que se traen a través de esta antigua práctica.

“No se vale que haya empresas que estén evadiendo estos pagos a nivel país por estar en el comercio ilícito. Aparte de eso no se vale que no estemos compitiendo correctamente en el mercado”, añadió la vocera.

Hasta la salud está en peligro

Los llamativos precios bajos para los consumidores no solo son posibles gracias a un acto delictivo, si no que genera una serie de consecuencias en el entramado comercial.

Primero, esta mercancía no solo evade la fiscalización de las autoridades fiscales. También la revisión de otros entes como el Ministerio de Salud o el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).

En casos como cremas o medicamentos se pone en peligro el bienestar de los consumidores. En otros tan específicos como el de las refrigeradoras, al comercio formal se le exige una garantía de que los químicos que contiene el artefacto cumple los estándares de seguridad ambiental.

En estos casos esas regulaciones también se omiten.

Una segunda consecuencia tiene que ver con la recaudación fiscal. El Ministerio de Hacienda percibe menos ingresos debido a que su ingreso al país es de forma irregular. También disminuye lo recaudado cuando se vende a montos inferiores al mercado en estos negocios cuya fachada pareciera real.

En algunas ocasiones estos comercios ofrecen cero garantía a quienes compran, lo que también les deja en desventaja en caso de una falla.

Los textiles también ingresan al país en lotes que contienen productos de varias marcas. (AFP)

Y se genera una competencia desleal entre quienes cancelan todos los impuestos, pagan por los tiempos que la mercancía esté en revisión y a las agencias de aduanas para sacar los productos y entre quienes utilizan esta plataforma ilegal.

“Abogamos por la libertad de comercio, pero uno sano y formal, que contribuya al país y a la sociedad, que genere empleo que pague la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que tenga a los empleados con las garantías sociales. Estas empresas no tienen nada de esto”, añadió Sosa.

La vocera explicó que la reciente reforma a la Ley General de Aduanas le da la potestad a las autoridades de hacer revisiones posteriores al ingreso de la mercancía con el fin de verificar que lo que se vende en los puntos de venta haya cumplido con los requisitos.

También señaló que es necesaria mayor inteligencia para poder identificar a quienes hacen estos negocios a través de redes sociales y recomendó comunicarse con las autoridades de Estados Unidos para tratar de abordar el tema de una forma más integral.

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