Redacción El Observador
Christy Marín para El Observador
(Londres). Esta ciudad vive una verdadera fiesta: las calles están abarrotadas de turistas de diferentes partes del mundo, que vinieron para ser testigos de la coronación de Carlos III como nuevo rey británico.
Muchos de ellos lucen algún accesorio alusivo a esta celebración, que tendrá lugar 70 años después de la coronación de Isabel II.
Y ni qué hablar de los propios británicos, quienes visten prendas con la imagen del nuevo soberano: sombreros, camisas, camisetas, zapatos y broches.
El comercio no perdió la oportunidad para “hacer su agosto”, como decimos allá en Costa Rica.
Uno camina por cualquier calle y no hay tienda o local que no esté empapelado o decorado con imágenes de Carlos.
Incluso hay refrigeradoras, cocinas y licuadoras con la imagen del papá de Guillermo y Enrique, quienes estarán presentes en la ceremonia.
Se prevé que el acto de coronación de Carlos III dure no más de 90 minutos (la de su madre duró tres horas en aquel entonces).
Sobre Enrique aquí nadie habla -hasta donde he preguntado- del Duque de Sussex. Lo tienen bien escondido para que no le quite protagonismo al papá, eso es lo que creo.
OBSERVE MÁS: Carlos III: los ritos de la coronación del monarca (y cuán diferente será de las coronaciones anteriores)
Lo que piensa la gente de Camila
En otros temas quiero comentarles que la gente de esta ciudad es súper amable. Aquí le responden a uno con una sonrisa o, al menos, con un sentido de colaboración que uno siente que es genuino.
Es que todo el mundo le habla con amabilidad… hasta los policías lo orientan a uno y le dicen dónde hay posibilidades de poder ver el paso del rey y su esposa Camila, la reina consorte.
Si usted tiene curiosidad por saber cuál es el sentimiento de los británicos hacia ella, pues por lo que he constatado las opiniones están divididas.
Hay quienes no creen en la monarquía y suelen ser los más jóvenes. En cambio están los que la viven intensamente, tanto que hasta se colocaron a la orilla del camino desde muy temprano este viernes.
En una calle enorme llamada The Mall -que va hasta el Palacio de Buckingham- la gente sí tiene permitido dormir. Pero fuera de allí no dejan a nadie pernoctar.
Y no me imagino lo que será este sábado (en Costa Rica la ceremonia será en horas de la madrugada).
Por eso no pienso dormir porque quiero llegar muy temprano para agarrar espacio en algún lugar… bueno, solo tendré tiempo en el hotel de recargar celulares, bañarme y listo.
La seguridad y la limpieza
Otros detalles que quiero compartirles son, por ejemplo, la seguridad: es impresionante la cantidad de oficiales y agentes. Es que uno los ve por todo lado a caballo, a pie, en moto y hasta en carros BMW.
También hoy fue más evidente la presencia de helicópteros en todo el centro, que está bastante ordenado, aunque sí hay bastante basura. Me imagino que la gente a cargo de la limpieza no da a basto.
Y las famosas cabinas telefónicas de color rojo… muchas están sucias, rayas o con los vidrios quebrados. Me quedaré con ganas de tomarme una foto dentro de una de ellas.
Otro detalle: esta es una ciudad cara. El transporte está muy caro… para nada es económico pero es muy eficiente. Y dicen que para este sábado habrá servicio las 24 horas.
De verdad que como tica y más amante de estos temas de realeza me siento igual que los aficionados a los mundiales de fútbol o a las olimpiadas. Esto es impresionante y no me cambio por nadie.
Christy Marín viajó a Londres con motivo de la coronación de Carlos III en compañía de su amigo Manrique Segura (Cortesía).
