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¿En qué consiste la estrategia del martillo y el baile para avanzar a la fase 3 de aperturas?

El presidente Carlos Alvarado indicó que el país se movería bajo una estrategia “del martillo y el baile” hacia la…

Por Christine Jenkins Tanzi

Tiempo de Lectura: 4 minutos
¿En qué consiste la estrategia del martillo y el baile para avanzar a la fase 3 de aperturas?
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El presidente Carlos Alvarado indicó que el país se movería bajo una estrategia “del martillo y el baile” hacia la siguiente fase de la reapertura, permitiendo que se retomen actividades en las zonas con transmisión controlada de COVID-19.

Como Gobierno, seguiremos avanzando de manera estudiada, calculada y calibrada con las aperturas de nuestra parte económica, siempre protegiendo la salud, avanzaremos con la protección económica. ¿Cómo vamos a hacer eso?”, consideró Alvarado.

“Es el concepto del martillo y el baile, ¿a qué se refiere esto? En estas localidades, en estas zonas específicas donde la información epidemiológicas determina que tenemos que llevar adelante medidas restrictivas, como las medidas que ha anunciado el ministro en materia de alertas naranja u otras, ahí se aplica lo que se llama el martillo, mayor cierre, mayor contención para la protección de la salud”, dijo el presidente.

OBSERVE MÁS: Costa Rica vive el mayor salto diario de casos de COVID-19 con 147 para un total de 2.515

Mientras tanto, en otras zonas del país con un número de contagios de reducidos, se podrá seguir adelante con la apertura de tiendas y comercios durante el fin de semana así como iglesias y cultos, lo cual estaba contemplado con la entrada de la fase 3. 

“En estas zonas del país se puede avanzar, siempre que así lo disponga la información, se puede avanzar con las aperturas pero siempre siguiendo de manera estricta los protocolos, las medidas de higiene y todo el cuidado del distanciamiento físico y demás”, agregó.

El Gobierno tenía programada iniciar la fase 3 este sábado 20 de junio, sin embargo se pospuso ante un pico de 119 casos durante el viernes. Hoy se anunció un salto de 147 casos nuevos para un total de 2.515, mientras que la cifra de hospitalizados se mantiene en 30. 

“Durante lo que resta de esta semana se informará en detalle qué regiones podrán avanzar con esa tercera fase y qué regiones permanecerán bajo medidas más restrictivas”, agregó Alvarado.

Origen de los términos

El concepto fue planteado por Tomás Pueyo en una columna a principios de la pandemia titulada ‘Coronavirus: The Hammer and the Dance‘. El martillo se refiere a las restricciones como el distanciamiento social y el cierre de ciertas actividades, medidas necesarias para contener el contagio y reducir la curva, al tiempo en que se genera un gran impacto económico.

“Si se usa el martillo con el coronavirus, en unas semanas estará controlado y las condiciones para hacerle frente serán mucho mejores”, consideró Pueyo.

(Captura de pantalla de artículo de Tomas Pueyo)

Con la danza, se refiere a un periodo en que se mantiene un balance de las medidas para recuperar la normalidad y contener la enfermedad, una danza entre la economía y el sistema sanitario.

“Me refiero a la “danza” como el período de varios meses entre el martillo y la vacuna o el tratamiento, porque las medidas duras no serán permanentes y habrá que ajustarlas a los casos que vayan brotando”, explicó.

La estrategia que propuso es encontrar un balance entre el impacto de cada medida para disminuir el contagio y su coste social y económico.

El ‘martillo’ en Costa Rica

En el caso costarricense, Juan Carlos Barahona del INCAE Business School apuntó en un estudio que se deben tomar en cuenta los rasgos culturales del país.

“No nos gusta la autoridad tanto como a los Coreanos, aquí ningún grupo de expertos o ‘notables’ los aceptamos con facilidad, por decir lo menos. Tampoco tenemos la tolerancia a la incertidumbre ni valoramos el individualismo como lo hacen los norteamericanos”, consideró en un reporte publicado en abril.

“Como costarricenses, que somos, vamos a querer participar todos, opinar todos y tener muy claras algunas definiciones sobre quién, cómo y por qué se “pega el mazazo” o se ‘sale a bailar’ para que se nos baje la incertidumbre que tanto nos disgusta, ni se nos cuele la sospecha de privilegios que desde siempre, y hoy más que nunca nos disgustan y nos separan”,  agregó.

Además, destacó el rol que deben tener los Comités Municipales de Emergencias para coordinar cuando las empresas en sus localidades puedan bailar y cuando deben dejar de bailar. También sugirieron que los gobiernos locales deben desarrollar capacidades técnicas y estrategias para tener a las comunidades informadas.

Barahona sugirió usar la reciente implementación de la factura electrónica y el régimen simplificado para tener a todas las empresas en una base de datos, para que en cada cantón las empresas reciban una calificación que les permitiría operar según los lineamientos del gobierno.

 Estas se podrían dividir según su valor social y seguridad epidemiológica, liderados por los que deben “bailar en pareja” por tener tanto un valor como una seguridad alta, como pequeñas lecherías o farmacias.

“Hay dos formas de bailar en pareja: a usted lo lleva su pareja (recibe apoyo) o
usted la lleva a ella (ofrece apoyo solidario). Al igual que con los grandes
contribuyentes se apoya a las que lo necesiten porque son importantes en el contexto
de la pandemia, o bien, si están en capacidad de funcionar sin apoyos no se les
otorgan”, consideró.

Hay otro segmento de que debe “bailar con chaperón”, dado que tienen un alto valor social y deben continuar para que todo lo demás se sostenga, entre ellos algunos en la primera línea de atención y riesgo como los servicios médicos, el cuido de niños y ancianos.

Los trabajos contribuyen directamente al bienestar del mayor número de personas, pero los expone directamente al contagio o los puede convertir en vector de contagio. Estos necesitan que se les cuide intensamente desde la perspectiva médica y control epidemiológico.

(Captura de pantalla)