Sergio Arce
Melissa Ann Davis, de 33 años, apareció sin vida en la localidad de Austin, Texas, días atrás, de acuerdo con reportes de medios locales.
Según las primeras investigaciones, ella fue quemada viva y su cuerpo se encontró al borde de una carretera que cruza un lujoso barrio de esta ciudad.
El hallazgo lo hicieron los bomberos, quienes acudieron al sitio tras una llamada de alerta de un incendio forestal. Los bomberos no se imaginaron encontrar allí el cuerpo de Davis, quien soñaba con abrir un hostel en Costa Rica.
En declaraciones a KVUE, Ellie Simmons -quien se describe como “hermana del alma” y mejor amiga de Davis, ambas tenían un sueño: “Ella tenía más ganas de vivir que nadie.
El hostel
“Soñábamos con montar un hostel en Costa Rica con una de nuestras amigas y tener una estación de arte. Ella pintaba. Le encantaba el arte”, expresó.
Simmons la describió como un “espíritu libre” que estaba “decidida a hacer que cada día contara”.
De hecho, el obituario de ella reza lo siguiente:
“Un alma hermosa con una energía cálida y magnética, alguien que se preocupaba profundamente por los seres humanos y los animales por igual y siempre veía el bien en los demás, incluso cuando ellos mismos no lo veían”.
Sus seres queridos también señalaron que era una artista que trabajaba la pintura, el azulejo, el paisaje y la música: “era como una luz brillante en la oscuridad y hacía que cualquier situación que fuera más dura u oscura, fuera más ligera”, apuntaron.
La Dirección de Migración en Costa Rica registró el ingreso de Davis el 26 de febrero del 2020 y su salida el 8 de marzo de año, días antes de que nuestro país cerrara las fronteras por el covid-19.
¿Qué se sabe de este caso?
Por ahora lo que está claro es que la autopsia reveló que Davis fue quemada viva. La policía busca al sospechoso del homicidio.
Los oficiales hallaron un encendedor de bolsillo y un cuchillo junto al cuerpo. Se presume que el homicida colocó estos artefactos “en un intento de destruir las pruebas con el fuego”, según la orden de registro.
El día antes del hallazgo ella le envió un mensaje a su mamá avisándole que iría a una tienda para que le arreglaran su teléfono celular. El celular de la víctima no ha sido recuperado y se cree que la persona que mató a la mujer lo tiene en su poder. El auto de la mujer tampoco aparece.
La policía ofrece una recompensa de hasta $1.000 “por cualquier información que conduzca a la detención” de la persona sospechosa, indic´ó la policía de Austin en una publicación de Facebook del pasado 6 de octubre.
