Katherine Ulate A.
Desde su corta edad Nahomy Vega practica ejercicio y trata de mantenerse activa pese a las obligaciones que tiene con el colegio y otras actividades extracurriculares en las que se encuentra.
Pasó de la natación al futbol, futbol sala y ejercicios de alto impacto. Sin embargo, pese a su notable vida saludable, ella y su madre visitan constantemente al médico luego de conocer que, a sus 15 años, sufre de una alteración hormonal que le produce premenopausia.
“La premenopausia dice (el médico) que es por hacer mucho deporte (…) Me recomendaron dejar de hacer un poco de ejercicio para ver si se me regulaba (la menstruación)”, recordó la joven, quien conversó con El Observador, con autorización de su madre.
Ella comentó que su primer periodo fue a los 12 años y durante un tiempo se mantuvo regular. Sin embargo, con el paso del tiempo, la distancia entre una regla y otra se comenzó a ser de dos, tres y cuatro meses.
Cada vez más irregular
La adolescente asegura que mes a mes presentaba dolor de ovarios y piernas, pero no llegaba a la fase del sangrado mensual.
Pese a las irregularidades, ella y su madre no acudieron al médico en las primeras ocasiones debido a que pensaban que el inicio del periodo podría ser atípico.
“Esperamos bastante tiempo porque nos habían dicho que normalmente cuando a alguien le viene por primera vez era irregular, pero al ver que no se regulaba tuvimos que ir (al médico)”, agregó la menor.
Su médico le practicó un examen de la hormona estimulante de la tiroides para descartar que se trataba de un descontrol por esta glándula y en el resultado se descartó la idea.
“La última vez tenía casi 9 meses de que me había venido el periodo, a como puede ser que el otro mes me venga normal o dure tres meses. Cuando me baja me impide hacer todo, el dolor es fuerte”, explicó la joven.
“No es nada frecuente”
El ginecólogo Gerardo Escalante indicó que “no es nada frecuente que a los 15 años ocurra este problema”.
“Sí es frecuente que gimnastas que hacen ejercicio de alto impacto sin medida, ni control alguno, puedan caer en una situación de falta de regla, precisamente por las alteraciones en la producción hormonal cerebral”.
El especialista indicó que el exceso de ejercicio puede causar, a nivel cerebral, un desajuste en la producción hormonal de aquellas que le indican al ovario cuándo producir la hormona de estradiol.
Su ausencia provoca que las pacientes caigan en un estado de amenorrea que, básicamente, es no tener ovulación. Esto dificulta la producción de estrógenos.
Escalante asegura que el país cuenta con tratamientos que les permiten a las mujeres restablecer los ciclos menstruales y restablecer el patrón normal del periodo.
“Ya tenemos en Costa Rica los medicamentos hechos por ingeniería genética que perfectamente pueden restablecer los ciclos menstruales y a la vez impedir un estado de premenopausia”, aseveró el médico.
Dicho medicamento consiste en un gel de estradiol que se pone en la piel, este se absorbe y vuelve de nuevo el organismo. Es fabricado por ingeniería genética con células madre.
Originalmente el medicamento se fabrica en Bélgica y Francia, pero se estima que Estados Unidos y Chile también incursionan en su elaboración.
Tenga cuidado
Escalante es enfático en que practicar ejercicio no es perjudicial para la salud, pero recomienda a las personas acudir con especialistas certificados en la materia que les permita acceder a rutinas adaptadas a la fisiología y anatomía de cada uno.
“Debe ser un entrenador personal, que efectivamente sea calificado, porque actualmente hay gente que dice que es experta como entrenadores y no tienen los conocimientos necesarios para sustentar la profesión que dicen que tienen”, comentó el médico.
Una vez que la paciente inicia con el tratamiento adecuado, los ciclos se restablecen y las características de envejecimiento prematuro desaparecen tanto por fuera como por dentro.
Ahora Nahomy está a la espera del tratamiento que le permita reiniciar su periodo y eliminar la premenopausia de su organismo.
Katherine Ulate A.
Mi curiosidad nació en la música, se desarrolló entre palabras y se alimenta de los acontecimientos. Siempre hay algo que decir, algo que escuchar, algo que informar, pero, sobre todo, algo que cuestionar.
