Josué Alvarado
Cerca de las 11 a.m. de este sábado 9 de setiembre inició la marcha en el centro de San José, en el Parque Central, frente a la Catedral Metropolitana.
Un pequeño grupo de personas se manifestaba por las recientes noticias sobre policías de Fuerza Pública agrediendo a ciudadanos, jóvenes y mujeres. Piden que dejen de abusar de su poder.
La marcha tardó una hora hasta llegar a las afueras del nuevo edificio legislativo, en el costado que comparte con la Plaza de la Democracia y la Abolición del Ejército.
(Josué Alvarado | El Observador).
Hasta ese momento no había ocurrido nada fuera de lo normal de una marcha.
“La policía no me cuida, me cuidan mis amigas”, decía la pancarta que encabezaba el movimiento.
“El que brinca es paco”, y brincaban para evitar serlo.
“Estamos cansadas de que nos peguen y nos maten”, gritaban las jóvenes por el centro de San José, en referencia a policías que según ellas abusan de su poder contra ciudadanas que nada tienen que ver con el control de la seguridad ciudadana.
“El Estado opresor es un paco violador”, decía otro grupo sobre la Avenida Segunda, antes de llegar a la asamblea.
Una madre con su hija leían los pronunciamientos que se entregaban en contra de los policías (Josué Alvarado | El Observador).
También piden que los policías no sean juez y parte en el caso de Deborah
Una de las principales solicitudes que hizo este grupo es que haya una investigación independiente del reciente caso de la joven Deborah Chaves, quien denunció a través de sus redes sociales haber sido agredida por un grupo de 15 policías.
El grupo rechaza que sea el mismo Ministerio de Seguridad Pública (MSP) el que investigue si ellos mismos cometieron violencia en el caso de Deborah Chaves. Denuncian que en este caso serían juez y parte.
(Josué Alvarado | El Observador).
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“Exigimos una investigación independiente de los hechos, ninguna confianza en la policía para investigarse a sí mismos. Denunciamos al ministro de Seguridad Mario Zamora y al gobierno de Rodrigo Chaves por sus políticas de seguridad que en nada protegen a la clase trabajadora”, señala un pronunciamiento distribuido por el Partido de los Trabajadores.
El grupo manifestante reclama que este no es el único caso de violencia policial que se ha registrado recientemente y por eso piden un alto a las agresiones.
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El desenlace: Contingente de policías contra todos los ciudadanos
La detención de este joven fue lo que encendió la manifestación (Josué Alvarado | El Observador).
La detención de uno de los jóvenes que participaba en la marcha fue lo que detonó el enfrentamiento entre policías de Fuerza Pública y el pequeño grupo de personas (en su mayoría jóvenes) que reclamaban por eso mismo, por la forma en la que el policía trata a los ciudadanos.
Ante la consulta de este medio los policías que arrestaron al joven dijo que la detención respondió a que estaba rayando una pared de la Asamblea Legislativa.
Detención del joven que rayó las paredes en la Asamblea (Josué Alvarado | El Observador).
Este fue el inicio del complicadísimo escenario con el que cerró la marcha, que finalmente tuvo más participación policial que de personas debido al contingente desplegado.
Detención del joven que habría rayado las paredes de la Asamblea Legislativa (Marco Monge)
Los manifestantes intentaron detener esta acción policial para que no se llevaran al joven. Tres personas fueron detenidas al final de la jornada, según un reporte extraoficial de los manifestantes.
Serán trasladados al Ministerio Público cuatro personas, dijo a este medio el director general de Fuerza Pública, Marlon Cubillo.
Dijo que por delitos de resistencia agravada
(Marco Monge).
Seguridad Pública envió segundo grupo de policías; prensa también fue reprimida
Luego de desfilar con el joven detenido por algunas cuadras y llegar hasta la fachada del antiguo edificio legislativo los policías lograron meterlo a uno de sus carros conocidos como “perreras”. Segundos después, un segundo contingente policial fuertemente armado apareció en la escena para reprimir a cualquier persona presente, incluso aquellas que no se estaban manifestando.
(Marco Monge).
La prensa también estaba incluida, que a pesar de decir que solo estaba haciendo su trabajo recibió advertencias y empujones de los policías, que para ese entonces ya eran más que la cantidad de jóvenes que se habían manifestado en el centro de San José durante toda la hora anterior.
El fotoperiodista Marco Monge con los brazos arriba, explicándole a los policías que solo está haciendo su trabajo (Josué Alvarado | El Observador).
“Los policías empiezan a garrotear a todo mundo indiscriminadamente, inclusive a miembros de la prensa estaban golpeando innecesariamente. Yo les decía, soy prensa”, comentó el fotoperiodista Marco Monge.
Marco Monge fue uno de los que se encontró de frente con el barrido que hacía el segundo grupo policial. Tuvo que levantar sus brazos para que dejaran de amedrentarlo, porque la represión era indiscriminada.
(Marco Monge).
El cordón policial que formó el segundo grupo de oficiales se formó de extremo a extremo sobre el boulevard que recorre el frente del antiguo edificio legislativo. Si cualquier ciudadano quedaba en el medio se encontraría con esta pared de policías.
“Los policías empiezan a garrotear a todo mundo indiscriminadamente, inclusive a miembros de la prensa estaban golpeando innecesariamente. Yo les decía, soy prensa”, comentó el fotoperiodista Marco Monge a El Observador.
“El afán me parece que era darse a valer violentos, innecesariamente. No había necesidad de que esto pasara hoy. Era una manifestación que estaba pacífica”, señaló.
(Marco Monge).
El fotoperiodista con experiencia en cubrir este tipo de eventos señala que el evento se pudo haber salido de las manos, sin embargo el grupo de manifestantes no era tan grande por lo que cuando Fuerza Pública envió al contingente policial se les hizo fácil contenerlos.
“Nosotros de prensa siempre estamos sujetos a estar en estas situaciones. Lo que sucede es que cuando uno les dice soy prensa siempre existe un respeto con respecto a eso. No estamos a favor ni en contra de nadie. Y me pareció muy agresiva la respuesta que recibí, intentaron golpearme innecesariamente. Yo lo que vengo aquí es a trabajar a hacer las gráficas de lo que está pasando”, añadió.
La única diputada que estuvo presente durante la represión policial fue la frenteamplista Priscilla Vindas, quien posteriormente explicó que intentó usar su inmunidad para evitar que siguieran golpeando a las personas, pero incluso ella salió afectada.
Además, dijo que los oficiales de Seguridad Pública se negaron a dar sus nombres y los nombres de las personas detenidas.
El fotoperiodista Marco Monge narra su experiencia en el siguiente video:
Con más policías que manifestantes las jóvenes y algunos hombres que les acompañaron se disiparon. Algunos incluso se fueron a visitar a sus compañeros detenidos en el proceso judicial que iniciará Seguridad Pública.
La marcha pudo haber transcurrido como un reclamo ciudadano más. Pero la acción de los policías al final de la marcha le convirtió en un ejemplo del problema que se estaba denunciando hacía apenas algunos minutos atrás: el uso de la fuerza para la represión de la ciudadanía, sin distingo.
