Gran Turismo: ¿cómo se cuenta la película de un videojuego?

Popcorn506 para El Observador

Gran Turismo lleva años en nuestras pantallas. Y, aunque muchos no lo reconozcan, cada vez que su logo aparecía en el televisor, la sesión duraba más de dos horas o, incluso, tres.

Esto se debía a que la experiencia con este gran videojuego era maravillosa. Lo sigue siendo, es cierto, pero claro, cuando apareció por primera vez era como un rayo de luz que nos iluminaba y nos permitía disfrutar de una experiencia súper realista, conduciendo múltiples coches por circuitos de total verosimilitud.

La película de un videojuego y algo más

Y ahora llega la película de Gran Turismo. Y, claro, ¿cómo se cuenta la película de un videojuego? Hemos tenido distintas experiencias en los últimos años, alguna más lograda que otra y alguna que, personalmente, nos ha gustado más, como fue el caso de Tetris, en el que se retrató, directamente, todo el proceso de las licencias desde la Unión Soviética a otros países del mundo.

Aquí no tenemos Guerra Fría ni conflictos políticos, pero Neil Blomkamp exprime todo el potencial de un modo muy valiente y que resulta efectivo. Y es que, aunque el germen del juego no tenga tanta emoción, sí que derivó en alguna historia extraordinaria. Tanto que, gracias a este juego, el sueño de un muchacho se convirtió en realidad.

Un muchacho llamado Jann Mardenborough que, a pesar de las quejas de su padre, se pasaba horas jugando a Gran Turismo y se gastaba todos sus ahorros en comprar accesorios y periféricos que mejoraran su experiencia.

De hecho, la mejoraron tanto que participó en un evento patrocinado por Nissan y, gracias a sus capacidades y buenos resultados, ha terminado por convertirse en piloto profesional.

¿Que suena a película? Por eso lo han adaptado, porque las mejores historias reales pueden superar a las ficciones más imaginativas.

Una película no tan sencilla de plasmar

A pesar de tener la trama más o menos clara, a nosotros no nos parecía algo sencillo de adaptar. Concretamente, de adaptar a la gran pantalla de un modo eficaz, con unos tiempos y unos ritmos propios del sétimo arte.

Porque está claro que las escenas de las carreras iban a presentar mucha emoción y adrenalina. Pero combinar eso y encajarlo bien entre los conflictos personales nos creaba más dudas.

Por suerte, se han conjugado varios factores positivos. En primer lugar, como decíamos, la elección de un director capaz de asumir retos tan complicados y exigentes como este y sacarlos adelante.

Blomkamp, que se dio a conocer hace ya casi quince años con una fantástica propuesta distópica en District 9, no se achica y nos ofrece una película muy seria, muy consistente y con mucho más fondo en el argumento y los personajes de lo que se puede imaginar de películas de este estilo.

El apoyo que recibe de sus dos grandes estrellas en el reparto, David Harbour y Orlando Bloom, es también muy importante para consolidar a este título como una de las más gratas sorpresas del verano.

Más todavía con la compañía de otros rostros conocidos como Geri Halliwell y Djimon Hounsou, y un novato que no se queda a la zaga para nada, sino que protagoniza con tremendo valor: Archie Madekwe.

Si no has jugado, vela igualmente

En conclusión, se puede decir que Blomkamp ha conseguido transmitir ese espíritu emocionante y dinámico del videojuego. Esto es lo más difícil y lo más importante. Pero, incluso un poco más, ha conseguido que esas sensaciones sean universalmente disfrutables.

No te preocupes si no has visto nunca nada del juego o si no has jugado nunca. La historia y la película cumplen a la perfección con lo que establecen los géneros y, como tanto nos gusta decir, si la peli da lo que promete, todos estamos satisfechos.