Josué Alvarado
“Miren, con unos cuatro gobiernos seguidos de esta calidad estaríamos igual que Singapur”, escribió un usuario de Facebook identificado como Fernando Cortés en la transmisión de la habitual conferencia de prensa de Casa Presidencial, del pasado 10 de agosto.
“Bueno vamos pidiendo referéndum para pedir un cambio en la ley y pedir que siga uno o dos periodos”, comentó en la misma línea Mike Rodríguez.
“Habló nuestro próximo futuro presidente, don Luis Amador (ministro de Obras Públicas y Transportes), escribió Mariela Brenes en la misma transmisión.
Las reacciones y comentarios que adulan la figura del mandatario Chaves son evidentes durante los estos eventos semanales transmitidos.
Si su éxito se mide a través de audiencia, el equipo liderado por la ministra de Comunicación, Patricia Navarro, ha logrado convocar a miles de personas al mismo tiempo, aunque con las semanas el número se ha reducido.
Por ejemplo, para la transmisión del 13 de julio había 17.209 dispositivos conectados en vivo. El número bajó a 14.428 una semana después y para el 6 de julio cayó a 7.012.
La del 22 de agosto alcanzó 5.602 dispositivos conectados en vivo, según una investigación del Observatorio de la Comunicación Digital, de la Universidad Latina.
La periodista, abogada, investigadora y docente universitaria Giselle Boza, calificó la estrategia de comunicación como “exitosa” durante los primeros 100 días de gestión.
Sin embargo, tanto Boza como otros expertos en comunicación política consultados por El Observador coinciden en que quien sale beneficiado con esta estrategia es el Poder Ejecutivo.No así el ciudadano.
Coinciden que en medio de una evidente aprobación social, entre aplausos, adulaciones y hasta “chicharrones” se podría estar perdiendo la posibilidad de cuestionar al funcionario público de mayor rango en Costa Rica y que todavía tiene por delante otros 1.360 días.
Luces, cámara, acción: “El poder necesita de un teatro”
El politólogo y comunicador del Centro de Investigación y Comunicación de la Universidad de Costa Rica (Cicom-UCR) Gustavo Araya dice que la estrategia del mandatario se puede describir con la palabra “espectáculo”.
Explica que no lo hace en un sentido despectivo, pero que tiene todas las características de una puesta en escena: luces, cámaras, invitados especiales, publicidad un día y minutos antes para convocar al público, una moderadora y un protagonista llamado Rodrigo Chaves.
Actúa y su equipo de gobierno –incluidos los ministros- han recurrido a la actuación y al canto para los comerciales que se producen en Casa Presidencial.
El investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo -UNA), José Andrés Díaz, explicó que es evidente que el objetivo es que la atención se centre en el mandatario.
“Él tiene que estar constantemente construyendo o recordando posiblemente a la ciudadanía la importancia de su figura (…) para tratar de utilizar ese capital político, o esa buena imagen, para promover su agenda”, dijo en una entrevista.
También explicó que es normal, y cada vez más en América Latina, que los gobiernos opten por este tipo de puestas en escena y citó “el poder necesita de un teatro”.
“La señora de Purral”
Cuando el mandatario traduce información de un lenguaje técnico a uno sencillo dice que le habla a “la señora de Purral”. También usa esa frase cuando anuncia medidas que, según él, en unos meses provocarán un menor costo de la vida y ayudarán a disminuir la pobreza.
Pero ¿puede la señora de Purral cuestionar al presidente? ¿Lo podrá hacer cuando no esté de acuerdo con algunas de las medidas que anunciará Chaves en los restantes 1.310 días? ¿Lo podrá hacer mientras ve desde su celular o el televisor la conferencia de prensa?
Giselle Boza se pregunta si en este momento el Gobierno considera a los costarricenses como un ciudadano comunicativo (en el que participa) o, como si se tratara de una misa, se convierte en un simple consumidor de información.
El peligro radica, explica la periodista y abogada, en que esa información transmitida desde Casa Presidencial “tiene el sesgo del interés propio de la administración de turno”, independientemente de si gobierna Rodrigo Chaves o cualquiera otra persona.
En otras ocasiones ese papel lo tienen los medios de comunicación. Son los periodistas quienes se dan a la labor de investigar, llamar a los funcionarios públicos (las veces que sea necesario), preguntar, pedir explicaciones y seguirlos, cuando intentan esconderse.
Pero los primeros 100 días de Rodrigo Chaves en el poder deja una preocupación a los expertos consultados: el trato a la prensa es diferenciado.
“Prensa canalla”: ¿Quién cuestiona al presidente?
Si Rodrigo Chaves es el protagonista del espectáculo, el Poder Ejecutivo se ha encargado de darle el papel de antagonista a la prensa.
En una de sus puestas en escena, el mandatario repartió los roles y a la prensa le tocó el de “fauna”.
José Andrés Díaz de la UNA señaló que por ahora es evidente que hay una prensa “con la que tiene cercanía” y otra “con la que quiere construir lejanía, con la que no se siente cómodo”.
Boza opina en la misma línea. Tal y como ha ocurrido en otras latitudes del continente, la misión es “saltarse la intermediación de los medios”. A varios de los consultados les recuerda el estilo del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La pregunta que se hacen es: si la prensa con la que tiene una cercanía no le cuestiona y con quienes no se sienten cómodos son excluidos de la fila o se convierten en lo que él llama “prensa canalla” ¿cuándo podría el presidente dar explicaciones y no ser únicamente el director de un espectáculo de mediodía para anunciar los avances de su administración?
Además, dijo Boza, el discurso “antimediático” del presidente es inaceptable. Rodrigo Chaves es el presidente de la República, no es un ciudadano cualquiera, su cuota de poder lo obliga a propiciar un ambiente sano y seguro para la prensa. Siempre y cuando este gobierno se base en principios democráticos.
Pero la periodista y abogada dijo que estos 100 días han sido necesarios para crear un ambiente hostil contra aquellos que le cuestionan.
“Si uno no está de acuerdo con el gobierno, está en un grupo que no es de agrado para el presidente”, señaló Gustavo Araya.
Pilar Cisneros reconoce una “relación atropellada”
Consultada por El Observador la diputada, periodista y consejera del presidente Chaves, Pilar Cisneros, reconoció que la relación entre los medios y el mandatario ha sido “atropellada”.
Sin embargo, dijo que la libertad de expresión está asegurada.
Cuando se le consultó por el posible trato diferenciado a la prensa dijo que eso lo debió haber definido la ministra de Comunicación, Patricia Navarro, y evitó ahondar.
El Observador también le preguntó personalmente a la ministra sobre la estrategia de comunicación y los cuestionamientos en su contra, por acciones que podrían estar debilitando la democracia de Costa Rica, pero no respondió.
Gustavo Araya duda que exista dicha estrategia.
La abogada y periodista Giselle Boza pidió a la ciudadanía “estar más alerta”.
Recomendó prestarle atención a la publicidad oficial del Gobierno y si se convierte en una herramienta de Chaves para premiar a quienes sigan su línea y castigar a la “prensa canalla” que lo cuestiona.
También se acerca la negociación sobre las frecuencias de radio y televisión. Boza recordó que la academia está de acuerdo en una renegociación y distribución, siempre y cuando no se convierta en un bozal para quienes no le llevan agradecimientos de las comunidades o chicharrones a las conferencias de los miércoles.
Su actitud contra los medios ya trasciende las fronteras. En una entrevista durante su participación en la Cumbre de las Américas le cuestionaron sobre esta relación “atropellada” con los medios de comunicación, en una de las democracias más consolidadas de la región y el mundo.
Captura de pantalla entrevista CNN.
